jueves, 2 de octubre de 2025

ENTRE MIS HOJAS DESNUDAS ESTÁ MI HUÉSPED

 

Por: Emily Piña

Estudiante 1ro BGU

Reportera ¨El Observatorio¨

 

Se sienta en mis ramas, bebe mi savia y, cuando cierro los ojos, lo escucho reír en silencio. Dejé que agujas de abono, líquidos fertilizantes transparentes entraran en mí como rayitos de luz. Entonces volví a sentir el sol, a saborear el agua fresca con mis raíces débiles y dispuestas y cuando por fin mis hojas empiezan a brotar, regresa él sin piedad, como si conociera mis escondites más secretos o mis miedos de volver a tenerlo. Llega otra vez y no me sorprende, con el tiempo aprendí a vivir con él, a hablarle en voz baja, darle mi espacio y mi tiempo. Él se alimentaba de mí y cada victoria de él era apenas unos cuantos puntos para mí por resistir. La desnudes de mis hojas le pertenecen, mis ramas partidas le pertenecen, he aprendido a vivir con él tanto, que incluso mi ausencia le pertenece. Hoy su sombra me cubre totalmente y pienso que la única manera de desalojarlo, es mi ausencia.

LA HORA HA LLEGADO

 

Por: Gabriela Perachimba

Estudiante 1ro BGU

 

El colchón susurra suavemente a mi oído,

hecho un grito y respiro. La hora ha llegado.

Mis manos están frías, me duelen las pupilas.

 

Tengo prisa, no hay tiempo,

él se acerca y no es para algo bueno.

Escucho sus pasos lentos,

pero no lejanos.

El reloj dejó de girar,

ya no hay nada que pueda evitar.

Camino sin dar vuelta atrás, aunque sé que él me detiene,

cada paso se acerca más y mi pulso se desvanece.

 

Estoy muriendo poco a poco

nadie nota mis heridas, esas que sí lastiman,

tenía tantas ganas de disfrutar mi vida.

TU AUSENCIA

 

Por: Melanie Lupercio

Estudiante, 1ro BGU

 

Entonces entendí que no eras para mí, que simplemente tú no eras la persona que yo creí. Tú no eras aquella persona que me quería de ¨verdad¨, que me amaba sin parar, tú no eres aquella persona que yo consideraba alguien especial. No sé qué te pasó o qué me pasó, no sé cómo, de la noche a la mañana, ese ¨te amo¨ se disolvió en el áspero viento, pero está bien ¿o no? Al menos tú estás bien. Yo solo pienso en ti todas las noches, pienso en lo que hubiéramos podido construir, pero ya no se puede y siempre dijiste que si algún día nos alejáramos iba hacer por mí y quizá fue así. Tal vez yo no era la persona perfecta para ti o yo no era esa persona que tanto esperabas, tal vez solo era alguien que tú supuestamente ¨querías¨ para llenar esos vacíos que tenías. Y lo hice, los llené, pero a qué costo… te di todo de mí, ABSOLUTAMENTE TODO… pero creo que eso no fue suficiente para que una persona te ame sin parar y haga todo lo posible para quedarse a tu lado un segundo más…

 

¿EN QUÉ PUNTO NOS DETENDREMOS?

 

Por: Andrea Córdova

Estudiante 1ro BGU

 

En los últimos tiempos los avances en la Inteligencia Artificial, son más notables que nunca, aunque bien es cierto que son herramientas indispensables tanto para nuestro desarrollo personal como social, cambiando rotundamente la manera en que trabajamos, nos comunicamos e incluso de la manera que pensamos.

Todo esto ha sido y seguirá siendo un beneficio indiscutible y sin igual. Sin embargo, al analizar nuestra situación actual daremos con la conclusión que la tecnología ha comenzado a cruzar límites que deberían hacernos reflexionar.

Lo que en un principio fue creado como una herramienta que nos permita ampliar nuestras capacidades y habilidades está avanzando a tal rapidez que reemplazan las nuestras como el razonamiento, pensamiento crítico, creatividad y la capacidad de tomar decisiones autónomas, siendo todas estas facultades innatas que nos han permitido sobrevivir como especie, amenazando contra nuestra integridad. Como consecuencia generamos una dependencia degenerativa a la IA. Permitiendo que una máquina controle nuestro pensamiento reduciendo notablemente nuestra capacidad de cuestionar, indagar y razonar. Además, la ética y la regulación de estos avances van muy por detrás de la velocidad con que se desarrollan.

Este dilema tan profundo nos deja plantear estas preguntas: ¿Hasta qué punto debemos permitir que una máquina ¨piense¨ por nosotros? ¿Estamos dispuestos a dejar que la ¨eficiencia¨ de las máquinas sustituyan nuestras capacidades únicas e inigualables?

Debemos apoyar el desarrollo de una Inteligencia Artificial que complemente nuestras habilidades, potencie nuestro pensamiento crítico y no lo reemplace.

Tomemos conciencia, es urgente establecer límites claros, debido a que, sin ellos, perderíamos completamente nuestra esencia humana.

TRAICIÓN DISFRAZADA DE AMOR

 

Por: Angélica Lituma

Estudiante 1ro BGU

 

Muy fijamente mirándolo,

su forma de ser cuestionando,

con sus palabras coaccionándolo,

y sus esperanzas matando.

 

Pensó en salir de ahí, onírico,

pero su final ya estaba decidido,

ella lo haría doloroso y trágico,

ahí él entendió que estaba perdido.

 

Él no entendía porque ella lo hacía sufrir tanto,

si le juró amor puro y eterno,

su cambio, a él, le provocaba espanto,

porque estar junto a ella se volvió un infierno.

LLEGASTE

 

Por: Nicole Abad

Estudiante 1ro BGU

 

Llegaste a mi vida

Cuando más agotada estaba,

me ayudaste a salir de ese infierno

en el que me encontraba.

 

Tu mirada me brinda esperanza

y me llena de alegría,

tus palabras me dan consuelo

en esta larga agonía.

 

Tus brazos son mi refugio

y a tu lado me siento segura,

no te alejes de mi vida

que sin tí yo moriría.

 

Con tan solo saber que estás en mi vida,

mi corazón se llena de calma;

nunca pensé que esto me pasaría

y que yo de tí me enamoraría.

ODIO Y AMOR EN CONFLICTO

 

Por: Daniel Cruz

Estudiante 1ro BGU

 

Odio y amor en conflicto.

Te odio,

odio odiarte,

odio amarte.

Odio tu falta,

odio extrañarte,

odio que cada acción que haga

es el reflejo de las tuyas.

Odio parecerme a ti,

odio tu presencia

fastidiosa y sin gracia.

Odio cada suspiro,

cada caricia

que me recuerda a ti.

Odio tu felicidad…

por eso,

me odio.

OTOÑO

 

Por: Dayanna Santos

Estudiante 1ro BGU

 

Lento se derrama tu recuerdo en mi mente,

el café que se enfría,

los espirales del humo del cigarro se van desvaneciendo.

Las espinas que dejaste clavadas en mí

apuñalan al pobre sentir que tenía para entregarte.

Qué ironía hablar ahora de odio,

si alguna vez de amor eterno estuvimos envueltos.

 

El verano se vuelve un agobiante suplicio,

felicidad desbordada entre tanta gente rota.

Enviar una postal a tu mente quisiera,

para que escuches lo que departo de ti,

para que entiendas el sufrimiento del desgarro que dejaste.

 

Sol brillante, ¿qué tan cruel podría ser?

Si alguna vez fue la ilusión de que llegara,

para por fin atreverme a salir de la orilla y nadar.

Y sin cuenta alguna,

aquel calendario viejo que fue marcándose solo,

hasta sellar por siempre el fin del verano.

 

Marchitas las rosas que un día fueron mías,

fracasado mi plan secreto de vernos morir juntos.

Esas hojas que empiezan a crujir bajo mis pasos tristes,

relojes que alertan silencio del cambio,

marcan el silencio final de la última oportunidad.

Obstinada, nunca quise dejar el refugio que me generaba tu nostalgia;

en un débil suspiro sabor hiel falleció el futuro y los sueños.

El opresivo verano fue desangrándose en ocres y silencios,

y el fresco aire del otoño se posó en tu hombro.