Por:
Diana Hurtado
Estudiante,
3ro BGU
Hoy,
8 de marzo de 2025, el mundo "celebra" una fecha que no debería ser
solo un homenaje, sino un recordatorio, una herida abierta en la historia.
Hace
168 años, un 8 de marzo de 1857, 129 obreras textiles de la fábrica Cotton en Nueva York murieron en un
incendio. No fue un accidente, fue una consecuencia: se manifestaban contra la
explotación, los salarios indignos y las condiciones inhumanas de trabajo.
Hoy,
después de tanto tiempo, la lucha sigue. Para la mujer ecuatoriana, esa lucha
se cuenta en cifras que no deberían existir...
Desde
2014 hasta este año 1.891 mujeres han sido víctimas de feminicidio. En 2024,
180 nombres se sumaron a la lista del olvido, 32 de ellas simplemente
desaparecieron. Al menos el 35% de los agresores fueron hombres que, alguna
vez, dijeron amarlas.
Pero
esto no es un lamento, es un grito, porque las mujeres somos más que
estadísticas; somos madres, somos hermanas, somos hijas; somos más que un
género… somos personas.
Y
hoy, quiero hablar por aquellas que ya no pueden hacerlo. Feliz día de la
mujer… A aquella que nunca se ha sentido mal con su cuerpo. A la que nunca ha
recibido un piropo no deseado o una mirada turbia en la calle. A la que nunca
ha sido acosada, ni ha escuchado un “eso es solo para hombres”. Feliz día a
nosotras, las que hemos sido vulneradas, las que aprendimos a convertir el
miedo en fuego, las que seguimos de pie.
Ser
mujer no debería ser un grito ahogado, ni un miedo que camina con nosotras al
caer la noche. No deberíamos aprender a callar para estar a salvo, ni a medir
cada paso como si el suelo fuera trampa.
No
queremos más nombres escritos en piedra, ni más sueños apagados antes de
florecer. No queremos que nos llamen valientes por existir, ni heroínas por
sobrevivir en un mundo que nos hiere. Queremos un mañana donde ser mujer no duela,
donde nuestras voces no se pierdan en la indiferencia, donde la justicia no
tenga los ojos cerrados.
Hoy,
como ayer y como siempre, seguimos aquí. De pie, unidas, imparables, porque
nuestra existencia es luz y jamás volverán a apagarnos.
-
"Cuando salí de mi casa una camioneta me persiguió por la calle,
diciéndome cosas muy asquerosas. Nadie intervino así que solo corrí. Cuando le
conté a mi amiga, me dijo: seguro ibas vestida como puta."
- "Mi
mamá me dijo que no hablara con extraños, pero él no era un extraño. Era mi
abuelo. Me tocaba y decía que era un juego. Yo no entendía, pero me daba miedo.
Cuando le conté a mi mamá, comenzó a llorar. Ahora sé que lo que me hizo estaba
mal, pero aún sigo teniendo pesadillas."
- "Cada
que salgo a la calle procuro no llevar ropa descotada, aun así los taxistas me
gritan: ¡Qué rica estás, déjame llevarte, ven, sube! Se me hace horrible ser
mujer y caminar por la calle sola".
- "Le
dije que me dolía, pero no escuchó, yo ya no lo disfrutaba, cuando terminó, me
dejó sola en la casa".
-
"Mi familia no sabe dónde estoy, no pude cumplir mis sueños, nadie sabe mi
historia, pues aún estoy desaparecida".
Respeto, admiración y cariño, para ese maravilloso ser creado por Dios. En este día especial del mes de marzo, a ti mujer,
ResponderEliminar¡Qué Dios te bendiga!
Excelente mensaje, muy apegado a la realidad
ResponderEliminarEs algo que muestra la realidad de Ecuador en tuestro pais es una exelente representación de lo que pasa en Guayaquil por todo el lado oscuro de Guayaquil.
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