jueves, 6 de noviembre de 2025

SUCH ICH MIR JEMAND, DER GENAUSO HEIßT DANN BIST DU FÜR IMMER HIER

 

Por: Edward Álvarez

Estudiante 2do BGU y miembro Club de Periodismo El Observatorio

 

Tu nombre está tatuado en mi piel,

pero si nos separamos,

 buscaré a alguien con tu mismo nombre.

 Amar es tan difícil y, a la vez, tan fácil.

Estar ilusionado del sueño de lo que será,

lo que podrá ser.

 Te entregué cada una de mis cartas,

 mis pensamientos,

y en ellas mi amor verdadero.

¿Cómo no decirte que te amo?

¿Cómo no decirte que te quiero?

 

Buscaré a alguien con tu mismo nombre,

 a ver si me enamoro de verdad otra vez,

aunque no sea tu misma cara,

 aunque no sea el mismo color de tus ojos

ni el color de tu pelo.

 Intentaré amarla

 y cerraré mis ojos

y pensaré que eres tú.

 

Tu nombre quedó en mi mente

como algo imposible de borrar.

Es que es tan difícil poderte olvidar.

 ¿Cómo voy a intentar olvidarte, si en mis pensamientos tan solo habita tu recuerdo?

Aunque nunca existió algo más que el amor que yo sentía,

tu nombre está tatuado en mi piel,

y aunque intento olvidarte

 buscando a alguien con tu mismo nombre,

jamás podré querer

como te quise a ti.

 

Si nos separan, que ya nos separaron,

y aunque ya no intento mirarte,

aún así te busco.

Y aunque intento ignorarte,

se me hace imposible ignorar algo que amé.

Es que es tan difícil y tan contradictorio lo que digo,

 lo que siento,

 porque mi sentido del amor sin

ti ya no tiene sentido.

 Porque tú fuiste como mi musa,

incluso más que eso.

¿Cómo puedo tratar de olvidarte si te sigo viendo?

¿Cómo puedo olvidarte?

Dame tan solo un motivo para saber

 que lo que siento lo puedo dejar de sentir.

Es que, para mí, eres tan perfecta.

 Solo quiero un motivo,

por favor, dame un motivo para dejar de amarte,

para dejar de pensarte.

Y aunque busque otra persona

con tu mismo nombre,

quiero que sepas que, así,

 tú estarás aquí

 para siempre.

RECUÉRDAME

 

Por: Dayanna Santos

Estudiante 1ro BGU

 

Cada día era la misma rutina: cerraba los ojos y, de nuevo, estaba ahí, en un extenso valle de flores hermosas, brisa suave y olor a campo. Amaba ese sentimiento: cerrar los ojos y sentir paz. Pero esta vez fue extraño: las flores desaparecían o yacían marchitadas, la brisa suave se convirtió en ventisca arrasadora y el diurno olor a campo se volvió amargo y putrefacto. Cada noche repetía lo mismo: cerrar los ojos y esperar el regreso de mi paz, pero los recuerdos empezaban a desvanecerse; ese aroma que me abrazaba, el sentimiento de sosiego y la caricia que me brindaba dicho lugar. Decepcionante fue el día en que abrí los ojos, luego de esperar volver a ver mi hogar. No había más flores ni sol brillante; ni siquiera podía recordar su belleza. En lugar de eso, me vi postrada en una camilla, en una habitación blanca con monitores titilantes. El frío silencio me lastimaba los tímpanos. Sentía unos pétalos secos rozar mis manos; no sé si fue mi imaginación o las flores que tanto amé me susurraban, frágilmente: ¨Mamita, acuérdate de mí¨.

TE ESCRIBO CON TINTA INVISIBLE

 

Por: Karol Peralta

Estudiante, 3ro BGU

 

Por más que buscaba las llaves no encontraba,

y así mil cartas con la mirada te daba.

Tus silencios eran eternos,

y yo, como una brújula rota,

buscaba conectar con tus palabras.

 

Cada vez que mirabas hacia la esquina,

me escondía; no soportaba descubrir

que tú también me veías.

 

Mis ilusiones se alentaban,

y como una mecha, se encendían.

Cada día imaginaba cómo, por ti, procuraría

vigilarte todos los días.

 

Y aun en las peores avenidas,

tú, símbolo de mi manto, mi sombra y mi guía,

siempre serías.

 

Poco esperabas

que en un internado me encerrarían,

porque hombres como tú ya no existían.

 

Y por ti,

mi corazón insensato y terco

seguía escribiendo sin tinta,

pero si con heridas.

CUANDO NO ESTAMOS EN LAS MISMAS CONDICIONES

 

Por: María José Uguña

Estudiante 3ro BGU y miembro Club de Periodismo El Observatorio

 

Mátame si te hice daño, no me importa lo que piensen; tendré que ser sincero, maté la noche pasada a mano armada a un señor. Yo le dije que me entregue el celular y, como se pasó resistiendo, decidí meterle presión con un arma; al final se me escapó todo de las manos y lo maté. Estaba asustado, entonces solo le arranché el teléfono y me largué. Le conté todo a mi madre; sin embargo, ella no me respondió, solo estaba en silencio. Pero no es mi culpa; si no se lo quitaba, no podría pagar el dinero que pedí prestado; lo necesitaba porque mi hermana estaba enferma. Yo no tengo ningún talento; sé lo más básico, que es leer y escribir. Yo sé que los otros no trabajan por gusto, pero yo no robo por diversión; solo quería esta vez salvar a mi ñaña y contar mi versión. Igual no importa tanto lo que te diga, no tengo perdón porque lo maté, pero no me pidas que muera; lo asesiné yo, no mi hermana.

MENSAJE PARA EL DESHONESTO

 

Por: María Paz Uguña

Estudiante, 3ro BGU y miembro Club de Periodismo El Observatorio

 

Usualmente todos alguna vez en nuestras vidas quisiéramos cambiar o modificar un momento de nuestras vidas; sin embargo, el por qué es inconcluso, es como navegar en un río que no desemboca en el mar, sino llega a sus principios y repetir el ciclo es cansado, el pasado no se cambia y no tuviera por qué cambiarse, ya que así somos. Empezar a aceptarse no son palabras de fuerza o como esos cursos baratos de autoestima, es una lucha diaria, es una simple novela que relata nuestro comienzo. Vi cómo escribía todo eso en su diario, mientras recordaba que su novela había terminado, el papel rasgado y la tinta manchada distorsiona todas esas palabras de aliento ¿Eran para sí mismo o para mí, el pobre lector que no entendía su partida? Tal vez si nunca hubiera tenido pensamientos intrusivos que llegan a cortar la carne de este ser, yo no estaría leyendo esto con lágrimas. Algún día lograré comprender los versos complicados y las historias tontas, pero con eufemismos de su cabeza; lamentablemente aún soy ignorante en alma para entender el significado de sus palabras.

SER REPRESENTANTE ESTUDIANTIL

 

Por: Jhonatan Barreto

Presidente Consejo Estudiantil

 

Ser presidente del consejo estudiantil ha sido una experiencia llena de emociones y grandes aprendizajes. Desde el primer día comprendí que no sería una tarea sencilla, pero sí una oportunidad única para demostrar que, con esfuerzo y unión, todo es posible. Mis expectativas son muy altas, ya que quiero trabajar junto a mis compañeros para lograr cambios positivos, fortalecer la participación estudiantil y dejar una huella en nuestra institución que sea recordada con orgullo.

Reconozco que es un cargo que requiere mucha responsabilidad y compromiso, y aunque a veces puede resultar complicado, no pienso rendirme. Un claro ejemplo fue el reciente concurso de la mejor guagua de pan, un evento que al principio parecía difícil de organizar, pero que, gracias al apoyo, la dedicación y el trabajo en equipo de mis compañeros de lista, logramos hacerlo realidad. Ese logro me enseñó que cuando todos colaboramos con entusiasmo, las ideas se transforman en resultados.

Mi mayor deseo como presidente es que los estudiantes se sientan escuchados, valorados y motivados a participar. Quiero impulsar proyectos culturales, deportivos y solidarios que fortalezcan el compañerismo y dejen recuerdos inolvidables. Aspiro a que, cuando termine nuestro periodo, los alumnos puedan decir con orgullo: ¨ese fue el mejor consejo estudiantil que hemos tenido¨. Porque más allá de los logros, lo que realmente importa es dejar una huella positiva en cada persona y en el corazón de nuestro colegio.