Por:
Marelin Mogrovejo
Estudiante
9no ¨A¨
No sé
en qué momento pasó,
pero
tus ojos se volvieron mi sol,
cuando
caminas, todo tiene color,
mi
mundo se llena con el eco de tu voz.
Tu
risa me calma, me enreda, me salva,
y mi
corazón ya no disimula nada.
A
veces me pregunto cómo lo hiciste,
cómo
entraste tan suave en mi vida
sin
hacer ruido,
solo
con una sonrisa tuya que todavía me desarma.
No fue
un flechazo,
fue un
suspiro largo,
una
mirada que duró más de lo normal.
No
necesito promesas ni cuentos,
solo
quedarme en tus momentos,
porque
amarte, chica, es tan real,
cómo
el cielo después del temporal.

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