Por: Jamileth
Sánchez
Estudiante
9no ¨A¨
En la
escuela veo un buen lugar,
donde
encuentro a esos amigos que no me hacen llorar,
mientras
que ellos me reprenden y me molestan a cada rato,
me
siento cómodo con ellos sin ningún reclamo.
Cada
día que llego a ese lugar,
ellos
ya están esperándome para jugar,
aunque
ellos hablan de manera vulgar,
me
siento a gusto sin reprochar,
pero
cada que vuelvo a mi casa,
mi
tristeza se sobrepasa,
ya que
sin ellos no puedo vivir,
porque
ellos me enseñaron a cómo convivir.
Por
eso, en cada risa, juego y llamados de atención,
se
encuentran más risas al recibir una gran lección,
Pero
no todo es risa,
porque
ellos se irán sin dejar ninguna pista.
Aunque
se vayan sin avisar,
les
estaré esperando para volvernos a encontrar,
porque
yo les estaré esperando en la escuela,
donde
pasamos buenos momentos al dejar nuestra huella.
Es por
eso que adoro este lugar,
ya que
sin ellos no tendría sentido estudiar,
sin
risas, ni molestias.
No
podré sacarles un ¨¡Qué bestia!¨.

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