jueves, 13 de marzo de 2025

¿PODREMOS LLEGAR AL CAMBIO?

 

Por: Joselyn Belesaca

Estudiante, 10mo ¨A¨

 

Las elecciones presidenciales en Ecuador de 2025 son una de las más sorprendentes, empezando desde que había 16 candidatos a la presidencia, una cantidad que fue catalogada de récord mundial. Desde hace unos cuantos años Ecuador ha enfrentado muchos desafíos, desde encontrar una economía estable, encontrar políticos que en verdad representen y preserven de manera correcta, hasta que las personas comprendan que desde la educación podemos empezar un enorme cambio en la sociedad y en el país para así tener una seguridad adecuada, pero ¿creen que alguien podrá resolver estos grandes problemas que encontramos día a día?

El 19 de enero pudimos ver un debate divido en dos bloques entre los presidenciales, en el cual pretendían mostrar sus “grandes propuestas” en temas que afectan al país. Vale recalcar que ninguno de los 16 candidatos llegó a conectar totalmente con las necesidades de la población y del país para que tengamos un verdadero cambio. Además, la mayoría de propuestas que estaban enfocadas en la seguridad carecieron de explicaciones concretas, lo que dejó a muchos de nosotros indecisos y con más dudas sobre quien en verdad valdrá la pena elegir.

Y como siempre, las promesas de los candidatos, en donde dicen que con ellos la seguridad y la economía mejorará, pero cómo pueden cumplir esto, si ni siquiera tienen un planteamiento realista de lo que supuestamente van a hacer. Todos debemos analizar las propuestas de cada candidato para así votar por el “más apto” como presidente de nuestro país, pero, ¿qué pasa si ninguno cumple con lo necesario para tomar las riendas?

Ahora, como ya bien sabrán, se llegó a un balotaje. Por una parte, está Daniel Noboa (presidente del Ecuador) y por otra está Luisa González (abogada y ex asambleísta), cada uno de ellos con diferentes ideologías, pero con algunos objetivos en común: sacar al Ecuador de la crisis económica y de la gran inseguridad que cada vez crece más con el tiempo. Ahora, la verdadera pregunta es: ¿Mejoraron el enfoque de sus propuestas? En las nuevas propuestas que traigan para el próximo debate, debemos cuestionarnos todo lo que digan y tener grandes expectativas de lo que queremos para este pedazo de tierra llamado Ecuador.

La elección que demos en esta segunda vuelta no solo decidirá un presidente, sino que va a determinar el futuro de nuestro país con las decisiones que se tomen. Claramente, el futuro no solo depende de un presidente, sino también de nosotros, como ciudadanos, hacer que mejore el país, pero, ¿en verdaderamente posible un cambio? Queremos creer que sí.

 

LOS DESLAVES EN AZUAY

 

Por: Doménica Gahona

Estudiante, 10mo ¨A¨

 

Recién, en Azuay, ha ocurrido algunos deslaves por las fuertes lluvias. Muchas casas se han dañado y algunas personas han muerto. Estos desastres se pudieron evitar si las autoridades hubieran tomado más precauciones y hubieran sido más responsables con planificar bien lo que hubiera podido suceder con estas fuertes lluvias.  

Aquí en Azuay hay muchas montañas y suelos inestables e inseguros para la gente que vive ahí, lo que provoca los deslizamientos. Las cosas empeoraron porque se ha construido en zonas que son muy peligrosas. La gente construye casas donde no deberían, lo que hace que el terreno donde está la casa se debilite y esto aumenta el riesgo de que haya más deslizamientos. También las lluvias han sido más fuertes por el cambio climático, esto hace que los deslaves sean más frecuentes y cada vez más graves. 

Aunque los bomberos, la gente y las autoridades actúen rápido, no ayuda mucho ya que esta catástrofe no tiene una solución rápida. Debemos actuar antes de que esto pueda empeorar más.    

Una de las cosas que se debe hacer es dejar de construir en zonas riesgosas como en las quebradas o lugares cerca del agua que también pueden debilitar el suelo y provocar un deslave. También es importante que la gente sea más responsable viendo bien el terreno donde se va a construir.   

Otra medida que debería ser urgente, es mejorar los sistemas de drenaje, como las cunetas, para que el agua de la lluvia no se quede acumulada y cause una inundación o debilite el suelo y provoque un desastre. El gobierno debería invertir más en infraestructura para intentar prevenir estos desastres.   

Los deslaves aquí en Azuay son una señal de que debemos cuidar más el ambiente para que el clima se regule y así no tener tantos desastres naturales. Si no cambiamos ahora podríamos tener tragedias aún más graves y fuertes en el futuro.  

 

 

CUANDO CAE LA LLUVIA

 

Por: Gabriela Perachimba

Estudiante, 10mo ¨A¨

 

Las fuertes lluvias en Ecuador se han convertido en un problema más para la sociedad, este año las lluvias no solo han traído agua, sino también varias catástrofes como la muerte de varias personas.

Varias de las víctimas fueron encontradas muertas a los 10 o más días. Debido al desconocimiento del peligro, se acercaron a las orillas, quizás para cruzar o rescatar alguna pertenencia. Detrás de cada una de estas pérdidas hay una historia que nunca se terminará de contar, un sueño que se quedó atorado y un futuro que nunca llegará. Esta responsabilidad de prevenir estas tragedias no es solo de las víctimas, sino que también involucra a la autoridad local que tiene un papel fundamental en la protección y en la implementación de medidas de prevención y seguridad. Necesitamos crear campañas dirigidas a la población donde hablen sobre los riesgos asociados de las crecidas de los ríos durante la época de lluvias e implementar sistemas de alerta para que las comunidades se sientan protegidas y seguras.

Las ciudades deben estar mejor preparadas. Se necesitan puentes seguros, drenajes adecuados para evitar que el agua se acumule y ponga en peligro a más personas, una sociedad que trabaje unida ya sea creando un sistema de vigilancia o de rescate. Así mismo, debemos tomar conciencia de nuestras acciones porque nuestros desechos, la basura en los ríos y demás, pueden ser el problema principal de esta tragedia.

Debemos entender que este problema nos afecta a todos, hay personas que viven cerca de los ríos y pierden la vida de la manera más dolorosa. Esto no es solo un tema de infraestructura, muchas veces la gente no sabe qué hacer cuando los caudales suben. Si tuviéramos un sistema de educación más fuerte sobre que deberíamos hacer en estos casos, tal vez tantas vidas no se hubieran perdido.

Entendamos que las lluvias no se van a detener, pero las muertes si pueden evitarse si todos tomamos cartas en el asunto.

Es hora de que se hagan cambios reales para proteger a quienes más lo necesitan antes de que otra persona caiga al agua y ya no regrese.

Que la lluvia no se lleve más vidas…

UN MIEDO QUE NOS PODEMOS EVADIR

 

Por: Emily Maza

Estudiante, 10mo ¨A¨

 

Empezar a hablar de lo que sucede en Ecuador es muchas veces darse cuenta de la crisis de violencia que parece no tener fin.

Topemos un acontecimiento reciente que pasó en Guayaquil, una ciudad que ya no es solo conocida por su inigualable belleza, sino también por la sombra del crimen que la acompaña. La masacre de 22 personas, una de las tantas tragedias que llegan a ocurrir casi a diario, aún así este tipo de noticias ya ni nos sorprenden. Lo que en algún momento fue el mayor escándalo, ahora es simplemente parte de la rutina, como si el sufrimiento y la violencia fuera totalmente normal.

¿En qué momento la violencia se convirtió en algo tolerable? ¿Cuándo comenzamos a romantizar algo detestable?

Aunque sí, se hace sencillo señalar culpables: las bandas criminales, el narcotráfico, la falta de acción del gobierno; sin embargo, el problema se ha agravado mucho más, pues la violencia no es un accidente, es el resultado de un sistema que ha fallado en ofrecer soluciones efectivas, de una sociedad que se hace indiferente a la realidad, donde hablar, para muchos, significa morir.

Muchas veces las respuestas del gobierno, aunque con buenas intenciones, no son nada más que una manera de cubrir el problema de manera momentánea. La violencia no puede dar como respuesta más violencia. El problema continúa por la sencilla razón de que no se tratan sus causas principales, como podrían ser: la pobreza, la falta de educación y el desempleo. Sin una solución concreta estaremos dentro de un ciclo repetitivo donde simplemente la tragedia es tema de conversación y protesta por unos cuantos días, pero al pasar este lapso, se regresa a la indiferencia, convirtiendo a la violencia como una parte más de nuestra vida cotidiana y, a decir verdad, esta parte del ciclo es igual de peligrosa que el mismo crimen.

¿Por qué seguimos aceptando soluciones temporales ante un problema tan complejo?

La violencia no es solo un problema de seguridad, es un reflejo de la falta de cohesión social. Quizás ya sea hora de terminar con este ciclo. Cada masacre, cada asesinato no debe ser solamente un número más en las estadísticas. Necesitamos respuestas que tengan soluciones, que salgan de lo temporal. La indiferencia ya no es una opción, solo alimenta el ciclo. Tratemos el problema desde la raíz, centrémonos en la educación y el desempleo para tomar conciencia.

sábado, 8 de marzo de 2025

MUJER

Por: Diana Hurtado

Estudiante, 3ro BGU

 

Hoy, 8 de marzo de 2025, el mundo "celebra" una fecha que no debería ser solo un homenaje, sino un recordatorio, una herida abierta en la historia.

Hace 168 años, un 8 de marzo de 1857, 129 obreras textiles de la fábrica Cotton en Nueva York murieron en un incendio. No fue un accidente, fue una consecuencia: se manifestaban contra la explotación, los salarios indignos y las condiciones inhumanas de trabajo.

Hoy, después de tanto tiempo, la lucha sigue. Para la mujer ecuatoriana, esa lucha se cuenta en cifras que no deberían existir...

Desde 2014 hasta este año 1.891 mujeres han sido víctimas de feminicidio. En 2024, 180 nombres se sumaron a la lista del olvido, 32 de ellas simplemente desaparecieron. Al menos el 35% de los agresores fueron hombres que, alguna vez, dijeron amarlas.

Pero esto no es un lamento, es un grito, porque las mujeres somos más que estadísticas; somos madres, somos hermanas, somos hijas; somos más que un género… somos personas.

Y hoy, quiero hablar por aquellas que ya no pueden hacerlo. Feliz día de la mujer… A aquella que nunca se ha sentido mal con su cuerpo. A la que nunca ha recibido un piropo no deseado o una mirada turbia en la calle. A la que nunca ha sido acosada, ni ha escuchado un “eso es solo para hombres”. Feliz día a nosotras, las que hemos sido vulneradas, las que aprendimos a convertir el miedo en fuego, las que seguimos de pie.

Ser mujer no debería ser un grito ahogado, ni un miedo que camina con nosotras al caer la noche. No deberíamos aprender a callar para estar a salvo, ni a medir cada paso como si el suelo fuera trampa.

No queremos más nombres escritos en piedra, ni más sueños apagados antes de florecer. No queremos que nos llamen valientes por existir, ni heroínas por sobrevivir en un mundo que nos hiere. Queremos un mañana donde ser mujer no duela, donde nuestras voces no se pierdan en la indiferencia, donde la justicia no tenga los ojos cerrados.

Hoy, como ayer y como siempre, seguimos aquí. De pie, unidas, imparables, porque nuestra existencia es luz y jamás volverán a apagarnos.

- "Cuando salí de mi casa una camioneta me persiguió por la calle, diciéndome cosas muy asquerosas. Nadie intervino así que solo corrí. Cuando le conté a mi amiga, me dijo: seguro ibas vestida como puta."

- "Mi mamá me dijo que no hablara con extraños, pero él no era un extraño. Era mi abuelo. Me tocaba y decía que era un juego. Yo no entendía, pero me daba miedo. Cuando le conté a mi mamá, comenzó a llorar. Ahora sé que lo que me hizo estaba mal, pero aún sigo teniendo pesadillas."

- "Cada que salgo a la calle procuro no llevar ropa descotada, aun así los taxistas me gritan: ¡Qué rica estás, déjame llevarte, ven, sube! Se me hace horrible ser mujer y caminar por la calle sola".

- "Le dije que me dolía, pero no escuchó, yo ya no lo disfrutaba, cuando terminó, me dejó sola en la casa".

- "Mi familia no sabe dónde estoy, no pude cumplir mis sueños, nadie sabe mi historia, pues aún estoy desaparecida".





 

jueves, 6 de marzo de 2025

LA ARAÑA ARAÑA

 

MSSB

Aquella madrugada desperté más temprano. Mi cuarto era una sola masa amorfa y oscura, apenas distinguía el fleco de la cortina, por donde todavía no se filtraba ningún rayo de sol. Mis ojos no podían volver a cerrarse y mi cuerpo no quería mover músculo alguno, así que me encontraba en un delicioso estado de modorra e inmovilidad absoluta. Coqueteaba mi mirada con el negro tumbado, vacilaba mi mente con las frías paredes cuando las primeras manchas blanquecinas asomaron en mi habitación. Padecía un inexplicable ardor en la espalda, como si algo hubiese pasado la noche bajo mi cama y me hubiese rasgado, no solo las vestiduras, sino también el dorso; en aquel momento rememoré un viejo dicho de las mujeres de mi familia: cuando se amanece con dolores en el lomo, es porque seguro algo yace bajo el lecho. No presté más atención a la frase que la producida por el efímero recuerdo.

Otro absurdo día había empezado; lo recuerdo especialmente por tres sucesos que hubieron de marcarme literal y metafóricamente. El primero: una vez de pie no me calcé las sandalias, fui directo a la puerta y, al pasar por el espejo, noté algo extraño en mi estrambótica figura. Fui acercándome al reflejo y asomando mi envés a cada paso. Al llegar observé y palpé indecibles arañazos en todos los sentidos, mi carne tenía un color rojo, no vivo, sino muerto. Se asemejaba pues mi espalda a la del crucificado que colgaba de una de mis paredes. Espantado por la horrible escena di un brinco, sin pensar que las vibraciones emitidas por mis pisotones despertarían a la terrible colosal araña y la harían salir, agresiva, de bajo mi tálamo. La araña era en verdad titánicamente asquerosa. He aquí el segundo suceso: cuando la araña me enfocó con sus múltiples ojos, avanzó despavorida hacia mí. No tuve reacción, me convertí en su presa. Cerré los ojos y la gigante araña que araña posó sobre mi humanidad sus largas y peludas patas. La sensación fue indescriptible, no hay palabras que describan los pelos de la araña al contacto con mis velludas piernas.

El tercer suceso radica en que desde que fui invadido por la araña no poseo memoria alguna. Unos dicen que morí al instante; otros aseveran que me convertí en este animal y que mi familia me trata como a Gregorio Samsa, que me dejan moscas en un plato, que me temen y que me asemejo a ese curioso personaje del afamado cuento de García Márquez. Los más osados aseguran que todo lo narrado fue un sueño del que todavía no despierto. La verdad del caso es que nunca me he sentido mejor. Sea cual sea mi forma, me siento… ¡Ah! Cierto es, a veces olvido que no puedo hablar.  

COMO ROMEO Y JULIETA

 

Por: Ismael Matute

Estudiante, 10mo ¨A¨

 

Tal vez, aún que me cueste aceptarlo, pero

como la luna y el sol tenemos que entender,

 nuestro destino no era estar juntos.

 

Entender,

 que aun que enfrentemos

 tormentas o batallas

no venceremos al destino

pero si podremos cambiarlo.

 

Y tal como Romeo y Julieta

somos un amor prohibido

pero eso no importa si tu

estás conmigo,

pues si es que para verte debo

después morir, yo lo haría

solo por ti.

 

 Este no es un amor cualquiera,

es un romance de dos seres con

caminos separados.