Por: Doménica Palomeque, Juan José Quezada,
Mariela Pintado
Estudiantes, 3ro BGU
Juan Rulfo (1917-1986), escritor mexicano reconocido
por su narrativa breve, minimalista y cargada de emociones.
Forma parte del “Boom Latinoamericano”.
Publicación: Se publicó en 1953 en la revista Los
Presentes.
Fue incluido en su libro de cuentos El llano en llamas
(1953).
Contexto histórico: Juan Rulfo vivió durante la
Revolución Mexicana y la Guerra Cristera, eventos que marcaron su obra. Aborda
temas de violencia, el desarraigo y la pobreza rural
Este cuento nos habla la historia de Juvencio Nava, quien
al principio se encuentra asustado porque lo han capturado para ser ejecutado y
pide a su hijo que les diga: Diles que no me maten. Juvencio había matado a Don
Lupe, quien fue su vecino, porque Juvencio quería alimentar su ganado, pero el
territorio le pertenecía a Lupe. Aunque intentó negociar su libertad, el hijo
de Don Lupe, que ahora es coronel, busca vengar la muerte de su padre,
finalmente, es ejecutado y llevado por su hijo sobre un burro.
Es un cuento bastante magistral que logra transmitir
emociones profundas con una narrativa entendible y directa, logra mostrarnos la
vida rural de México en esos tiempos, mostrando las consecuencias de hacer
justicia basada en la venganza y la violencia. Nos invita a reflexionar sobre
la moralidad que tenemos al realizar nuestras acciones, nuestro destino a causa
de ellas. Utiliza una narrativa no lineal que nos ayuda a saber el contexto del
conflicto que se está dando
En conclusión, es un cuento que se destaca por su
lenguaje bastante bien abordado, la capacidad de analizar temas universales como
es la culpa y la venganza. Utiliza el paisaje y las emociones del protagonista
para desarrollar una buena historia. Recomendamos el cuento a quienes disfruten
de historias intensas y significativas y sugerimos leer el cuento de manera y
precisa y atención por los saltos temporales.
Jóvenes su reflexión sobre esta obra de Juan Rufo sobre la venganza y la violencia de la sociedad cuando no tiene ni Dios ni ley tiene consecuencias muy dolorosas
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