(Emily Camila Siguenza Abril, estudiante Tercero BGU)
Solo es…
La vida es la
suma de matices,
algunos de
colores y otros grises,
podemos mirar
con ojos de luz,
animar la vida
a bocetos de sol,
hacer palpitar
el corazón,
comer la fruta
de la pasión,
llenar nuestro
apetito,
ampliar la
imaginación,
alimentar
nuestros deseos de creación.
Como artista
con un lápiz
dibujar
nuestro cosmos,
ansiar
apetitosos momentos,
olvidarlos y
dejarlos en el recuerdo,
crear y
desarmar,
vivir y amar,
hacer ruidos
silencios,
llenar el
vacío interno,
ocultar
misterios,
buscar en la oscuridad,
con el lápiz
escribir,
con las comas
y rimas reír,
como niños
pequeños el mundo descubrir,
abrir los ojos
y dejar de mentir
al mundo dejar
de pervertir,
enfrentar los
miedos y dejar de huir,
ayudarnos a
salir y no hundirnos de unos a otros.
En mi jardín
Cuando te vi
llegar
en mi jardín
empecé a notar,
las acacias
empezaron a brotar,
caminé junto a
ti de puntillas,
mi corazón
explotó, enserio se emocionó,
brotes de
brezos pude ver aparecer.
El tiempo pasó,
tu risa con la
brisa llegó a mis oídos,
no tardaron
las camelias en nacer.
Con el cambio
de estación,
cercanas las
campanillas del frío invierno,
no se hicieron
esperar.
Quién creería
que por estar contigo
aparecerían
los claveles rojos.
No lo quiero
admitir,
pero mientras
más te admiro,
más me siento
cercana a ti.
Y es difícil
de decir,
mi flor
favorita cambió:
tulipanes
silvestres,
no espero que
lo entiendas.
Quién
entendería a estos sentimientos que se precipitan,
ojalá fuera
erudita en la declaración,
para dejarte
saber todo a viva voz,
para
declararte mi amor,
pero no puedo.
Y recurro al
jardín de mis secretos,
aquel jardín
que te grita a voces calladas
lo que mi
corazón tímido siente.
Con dolor me
limito,
me reusó a la
tensión
y con mucha
pasión
te regalo, con
precaución, dalias, margaritas, jazmines.
Flores que solo
te pertenecen a ti
y aunque se
llene mi jardín,
plantaré
plantas florales que crecerán por ti.
Sé que quizá
no entiendas nada, pero flores o palabras
quieren expresar
que me gustas
y mi corazón
está a tu disposición si aceptas esta declaración.
Desamor
Amar, vivir, y
soñar.
¿Cuántas veces
más lo vamos a tener que escuchar?
Estoy harta de
tener cosas que explicar,
un corazón
roto no sana con el cabello corto,
nadie entiende
cuando uno se quiere quedar absorto,
y ya no lo
soporto.
Ya no quiero
creer en el amor a primera vista, no me siento lista,
pero tampoco
creo que exista peor concepto en el cual creer,
y lo acepto,
quizá sea mi pesimismo
o solo mi
optimismo oculto en egoísmo,
pero por mi
intercepto,
me han dañado
el alma,
ya con nadie
siento que conecto,
y quizá haya
mucho que hacer al respecto,
pero no quiero
empezar un nuevo proyecto.
Uno, dos, tres;
aunque cuente
pierdo la calma.
Empieza el
sentimiento de que algo me falta,
se repite mi
programa,
empiezo a ser
la mala.
Pese a que sus
mentiras dañaron como una bala,
nadie piensa
al final en una dama,
con una mentira
más, el otro gana.
El color de
rosas se pierde al final,
no hay cura
mágica que arregle el daño,
pero en un año
pasa todo,
al menos eso
dice el dicho de Cronos.
Ajedrez
Me siento en
un blanco barranco,
cayendo y
muriendo,
se me arrebata
mi suspiro de esperanza,
anhelos de una
sincera y duradera alianza.
Responde, el
sarcasmo de la vida,
me arroja al
cliché cotidiano,
manipulando
mis risas,
controlando
mis tristezas.
Estancada.
Han truncado
mi subida en espuma,
arrojándome al
blanco vacío.
Quieren
hacerme dependiente,
dependiente del
rompecabezas social.
Juego al que
nos vemos obligados a participar,
sucios y
negros tratos firmar,
nuestra propia
tumba cavar.
Al espejo
también lo vamos a engañar.
Asfixia,
el aire me
falta, me siento juzgada,
las lágrimas
se cortan amenazadas,
pierdes,
pierdo y perdemos, el risueño mirar,
la vida se
empieza a apagar.
Revelo, estoy
a punto de terminar,
me he cansado
de redactar,
ahora solo me
voy a dejar llevar,
matar la
fantasía,
vivir en la
realidad.
Volver a
aprender,
con el blanco
y el negro combinar.
Una vez más
forzarme a encajar,
morir de
carcajadas,
sufrir a falta
de consuelos; en fin,
llegar al
final del tablero.