(Estudiante Décimo EGB)
El último tren a Auschwitz
(Reflexión)
Cuando vi el
comienzo de la película, cómo los alemanes nazis comenzaron a tratar a los
judíos, supe que esta película me iba a enojar mucho. Los alemanes nazis
metieron a los judíos en un vagón de tren, tal vez cien personas en ese pequeño
espacio, todos hacinados, con dos cubos, uno para agua y otro para sus
necesidades. Los trataban como si fueran animales.
Cada día que
pasaba era peor para los judíos... Trataron de escapar, la primera vez, pero
fallaron. En mi opinión, ya se veían con la idea de que los iban a matar y
probablemente con lo que han pasado solo anhelaban cerrar los ojos y
desaparecer del mundo que los rodeaba en ese momento.
No me puedo
enojar con todos los alemanes, en la segunda estación unas buenas, pero buenas
personas dieron su último trozo de pan a aquellas pobres almas en desgracia y
el tren partió de nuevo para su próxima estación...
Un padre entre
todos esos judíos logró hacer un agujero lo suficientemente ancho para que
salieran mujeres delgadas y niños.
En la última
noche, el tren hizo una breve parada y comenzaron su huida: la hija del hombre que
hizo el agujero en el piso del vagón y una mujer lograron escapar. Más personas
habrían escapado, pero los alemanes se dieron cuenta y los descubrieron,
arrancando el tren para llegar hasta su última parada.
Tal vez fue
Dios, tal vez fue un milagro o pura suerte, pero de esas cien personas solo dos
escaparon.
Y así el tren
hizo su última parada en Auschwitz.
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