Por: Maite Arias
Estudiante, 9no ¨B¨
Me levanto muy temprano,
miro al techo, tengo sueño.
Mi papá se va deprisa,
y mi mamá lucha sin freno.
Siempre hablan de dinero,
de deudas y de problemas.
Yo los miro en silencio,
no sé si ayudar o esperar.
Mi casa está llena de cosas,
pero pocas son sonrisas.
Mi papá llega cansado
y mi mamá ya no se ríe como antes.
Pero, aunque todo pese,
aunque el día sea gris y feo,
mi mamá sigue adelante…
como una heroína sin capa, pero de acero.
Yo hago mi tarea callada,
mientras todo se repite.
Trabajo, deudas, problemas…
¡Qué difícil se les hace vivir!
A veces quiero gritar,
salir corriendo sin pensar.
Pero me abrazo muy fuerte
y me pongo a imaginar…
Que un día vamos a reír,
que el trabajo va a servir,
que ya no habrá tanto estrés
y que vivir será al revés.
Querida Maite muy claro tu sentir expresado en versos, el afán de tus padres empieza a dar su fruto
ResponderEliminar