jueves, 20 de febrero de 2025

CONCURSO DE ORATORIA: LA SANTIDAD A TRAVÉS DEL TIEMPO

 



Por: Paula Bermeo

Estudiante, 4to ¨A¨

 

Buen día compañeros, profesores, público en general y jurado calificador. Mi nombre es Paula Bermeo. Tengo ocho años. Soy estudiante de cuarto año y represento orgullosamente a la Unidad Educativa ¨Juan Pablo ll¨.

A continuación, les hablaré sobre el tema que aquí nos reúne: ¡La santidad a través del tiempo! Y para ello permítome, en primera instancia, referirme a la santidad como ese don, esa virtud de vivir de manera buena, haciendo el bien y, lo más importante, cerca de Dios. Dicho esto, tenemos varios ejemplos de santos, pero hoy quiero referirme a un ser que, además de divino, es un ejemplo de santidad y total disposición a Dios, nuestra madre celestial: la Virgen María.

Hoy les hablaré de la encíclica Redemptoris Mater escrita por el patrono de mi institución: San Juan Pablo II, un gran hombre y también ejemplo de santidad.

Este texto dice que después de la anunciación, María visita a su prima Isabel quien llena del Espíritu Santo proclama a María como bendita entre las mujeres y como la madre del Señor. ¿Sabemos quién es María? Pues la mamá de Jesús y es especial porque Dios la eligió para ser quien llevaría en sus entrañas al Redentor. Cuando el ángel le dijo a María que iba a tener un bebé, ella, sin dudarlo, creyó en Dios y dijo que, aunque no entendía muy bien cómo iba a ser posible, confío que todo saldría bien. Y así fue.  

Esta entrega y obediencia de María es un claro ejemplo de santidad incluso para nuestros días. María nos enseña a ser buenos, a ayudar a los demás. Cuando rezamos a María es como si estuviéramos hablando con una amiga. Ella nos ayuda y nos escucha todo lo que le platiquemos.  

Vivan de manera buena y cerca de Dios, así como lo hizo María. Dejémonos influenciar y llevar por ella, confiemos en que siempre está a nuestro lado y que sea nuestra guía para alcanzar la santidad.

Finalmente me pregunto: ¿Cómo mucha gente aún no cree en María madre de Dios? ¿Ustedes creen en María Auxiliadora vuestra patrona? 

Porque yo sí.

¨Reina de los cielos, en tus manos pongo mi causa¨.

Gracias

 

 

 

Por: Daniel Salazar

Estudiante, 5to ¨B¨

 

El domingo salimos de viaje como con mis padres en bicicleta, mientras manejaba, me di cuenta que el camino no estaba nada fácil, había muchas piedras, subidas, bajadas. Tenía que estar muy atento para no caer en el camino y llegar junto a mis padres a nuestro destino, sin embargo, el paisaje y los momentos vividos eran hermosos Entonces pensé, el camino a la santidad es como un viaje en bicicleta. A medida que pedaleamos, encontramos subidas y bajadas, curvas y rectas. Pero, al igual que un ciclista que persevera en su camino, la santidad requiere paciencia, fe y determinación.

Tal como menciona San Juan Pablo II en su encíclica "Redemptor Hominis" de 1979. Este título, que significa "EI Redentor del hombre", se refiere a Jesús, el centro de nuestras vidas. San Juan Pablo II nos recuerda que lo más importante no es lo que poseemos, sino quiénes somos. Jesús nos ama a todos, y nuestro sufrimiento puede adquirir un valor redentor cuando lo unimos al sufrimiento de Cristo.

También subraya que somos creados a imagen y semejanza de Dios, lo que nos otorga dignidad y nos hace valiosos. En un mundo donde el progreso material puede ser un obstáculo, debemos recordar que la enseñanza de Cristo hace un llamado a ayudarnos mutuamente para construir un mundo mejor. También, nos habla del Espíritu Santo, nuestro guía interior que nos inspira a hacer el bien y seguir el camino de Jesús. Esta encíclica nos enseña que, en tiempos de cambio, Jesús es lo más importante. Todos somos valiosos y debemos cuidar a los demás, confiando en Dios incluso en los momentos difíciles. Siguiendo el ejemplo de Jesús y escuchando al Espíritu Santo, podemos vivir con amor y felicidad.

Así pues, al igual que una bicicleta necesita ser ajustada y mantenida para funcionar correctamente, nuestra vida espiritual necesita ser cultivada y nutrida para crecer en santidad. Debemos ajustar nuestras prioridades, mantener nuestra fe y cultivar nuestra relación con Dios.

Como dijo San Juan Bosco, "La santidad no consiste en hacer cosas extraordinarias, sino en hacer las cosas ordinarias de manera extraordinaria". La santidad no es sinónimo de quedarse atrás o de estar chapado a la antigua. Al contrario, es un camino que nos lleva a crecer, a aprender y a amar más profundamente. Es un camino que nos conecta con nuestra esencia más profunda y nos permite brillar con nuestra propia luz.

La santidad es como un viaje en bicicleta a través del tiempo, donde cada pedaleada nos acerca más a Dios y nos permite disfrutar del paisaje de la vida eterna.

Mi nombre es Daniel Salazar soy de la Unidad Educativa Juan Pablo II y esto fue: la santidad a través del tiempo.

Muchas gracias.




2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muy Queridos Daniel y Paula para ustedes mi más cálida felicitación por el mensaje expuesto que refleja la sencillez de sus corazones y la profundidad del amor a Dios y María Auxiliadora. Gracias por dejar en alto el nombre de nuestra institución

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