jueves, 19 de septiembre de 2024

HUMANOS (II)

Por: Edward Álvarez

Estudiante, 1ro BGU

 

Odio, orgullo, tristeza, egoísmo,

son cosas que describen a muchos humanos.

 Es triste observar la catedral desde una colina.

 Observar una ciudad que cae en el odio,

 que cae en la tristeza,

 con tanta gente egoísta que no piensa en su entorno.

 Una ciudad detenida en el tiempo,

 sus calles llenas de historia,

 siguen llenas de tristeza.

 Cuenca es una ciudad hermosa.

Aún con nuevas luces que embellecen nuestra ciudad,

 haciéndola ver tan hermosa.

La catedral con sus cúpulas

 que en Corpus se llenan de colores,

al igual que aquellas flores que reposan a su lado,

 al igual que el Señor de la Justicia.

 Reyna hermosa de fuentes y flores.

 Aún con todo eso, sigue siendo presa de la misma oscuridad

que cuando fue creada, por tanta corrupción

y tanto odio. En el silencio de la madrugada

todavía se pueden escuchar los ecos

de varios fantasmas que rondan estas calles.

 Son aquellos fantasmas que un día vivieron,

 que un día sufrieron, amaron y murieron.

 Cada día, al despertar y verte admirando la catedral,

 gracias madre mía, madre del Carmen,

 que desde tu montaña ves a Cuenca,

 que ves el egoísmo de los cuencanos y las extorsiones que vivimos.

 En tu gruta, donde se ponen velas para pedirte milagros y agradecértelos.

 En esta vela pido que la gente de Cuenca deje de ser egoísta

 y nos saque de esa oscuridad en la que vivimos,

 que en la noche dejen de aullar aquellos lobos

 que anuncian la muerte y la traición.

4 comentarios:

  1. Edward tu poema me recuerda a una frase de Martín Luther King “ la obscuridad no puede expulsar a la oscuridad: solo la luz puede hacerlo. El odio no puede expulsar al odio: solo el amor puede hacerlo”. Así que nos que como cuencanos contribuyamos con luz y amor

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  2. me encanto como le avían echo esta muy bonita

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  3. Matías Merchán me encantó el poema

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