¡BIENVENIDO A MI NUEVO MUNDO!

 

Por: Odalis Sofia Chinlle Villa

Estudiante, 8vo ¨A¨

 

El verano había llegado a su fin, y el bullicio del regreso a clases comenzaba a llenar el aire. Ana despertó temprano en la mañana del primer día, con una mezcla de emoción y nerviosismo. Había pasado el verano explorando nuevos libros, aprendiendo a tocar la guitarra y soñando con lo que el nuevo año escolar traería.

Mientras se preparaba, su madre entró a su habitación con una sonrisa: ¨ ¿Lista para una nueva aventura? ¨ le preguntó, mientras Ana se miraba al espejo, ajustando su nuevo uniforme. El día anterior, había elegido con cuidado su mochila y algunos útiles escolares; cada objeto nuevo representaba un nuevo comienzo.

Al llegar a la escuela, el olor familiar de la cafetería y el sonido de las risas de los amigos la recibieron. Ana se sintió un poco asustada por la multitud, pero al ver a sus amigos de la primaria, el nerviosismo comenzó a desvanecerse. Se abrazaron y comenzaron a compartir historias sobre sus vacaciones, como si el tiempo no hubiera pasado.

El timbre sonó y todos se dirigieron a sus aulas. Ana entró a su nueva clase y se encontró con un grupo de rostros desconocidos, pero también con algunos amigos de años anteriores. La maestra, la Sra. López, les dio la bienvenida con entusiasmo y les habló sobre las nuevas materias que aprenderían. ¨Este año, exploraremos la ciencia de una manera que nunca antes han visto¨, dijo, despertando la curiosidad de los estudiantes.

Las primeras semanas fueron una montaña rusa de emociones. Ana se sumergió en proyectos de ciencias, aprendió sobre historia de una manera interactiva. Descubrió talentos ocultos, como su pasión por la pintura, lo que la llevó a hacer nuevos amigos que compartían sus intereses.

Sin embargo, no todo fue fácil. también enfrentó desafíos, como las altas expectativas y la presión por obtener buenas calificaciones. Hubo días en que se sentía nerviosa, pero cada vez que miraba a su alrededor, recordaba que no estaba sola. Sus amigos estaban allí para apoyarla, y su maestra siempre tenía una palabra amable o un consejo útil.