Por: Jhonny Guamán
Estudiante, 1ro – 2do BGU
8 de abril. Desperté, me
cambié, una chompa negra, un jean y unos zapatos, prendí y ahí están, otra vez
esos políticos que valen ni mierda, solo mentiras y mentiras. Apagué y salí a
la calle, vi a unos jóvenes abusando de una sustancia con apariencia de harina,
intenté ser condescendiente al mostrar los dientes. Cuando iba a cruzar la
calle a ver a mi amigo, pasó una ambulancia, la ignoré y seguí caminando. Al
encontrarme con mi amigo me dijo que lo acompañe a pasar por lo orilla del río.
Andábamos caminando un rato hasta que se detuvo, sacó un revólver y me dijo:
Perdóname que te falle; me dejó muerto como perro de calle. Estoy en mi cama, asustado
como si fuera un pequeño, me quedé frío,
me cambié, igual, una chompa, un jean y unos zapatos. Salí, prendí la tele y
era lo mismo. Nuevamente vi a ese grupo de jóvenes. Me pregunté si este sueño
quiere salvarme la vida, pasé la calle y vi a la ambulancia, ¨ ¿No estaré volviéndome loco? ¨. Volví a mi casa, saqué mi pistola. Salí y
encontré a mi amigo, me dijo que paseáramos por el río. Ya sabía, me preguntaba
¨ ¿estoy loco? ¨, hasta que llegamos
y él se detuvo, le dije: déjame te hago una promesa, de la nada saqué mi
pistola descargué en su cuerpo siete balazos, lo dejé tirado en la calle.
Querido Jhonny como seres sociales y aún más cristianos no debemos legitimar la violencia. La línea entre la realidad y la fantasía a veces pude ser muy delgada. No consentir la violencia bajo ninguna forma🤗
ResponderEliminar