jueves, 27 de junio de 2024

SUEÑOS ROTOS

Por: Edward Álvarez

Estudiante 10 EGB - 1ro BGU


No sé quién soy, ni a dónde voy.

A veces pienso que la felicidad nunca llegará,

que aquellas palabras no existirán,

 que aquellas palabras jamás aparecerán.

Son aquellos seres indefensos,

aquellos humanos que no les importa nada,

aquellos cuyo dolor más grande es el raspón de la rodilla

 y cuya tristeza más grande es irse del parque.

 El mundo es un caos,

 todos se hacen daño y estamos todos dañados.

tengo miedo de que aquellos niños sean corrompidos,

de que los humanos rompan sus sueños,

 de que los conviertan en seres que hacen daño,

 seres que solo les importa el bien de ellos mismos.

 El pensar que todo esto acabará,

el pensar que todos sufrirán,

 el pensar que no hay vuelta atrás,

me causa una sensación nunca antes sentida:

¡miedo!

El miedo de que aquellos niños no tengan dónde estar,

 que no tengan un lugar donde vivir,

que sean maltratados, golpeados, que los dejen dañados.

 Los humanos solo causan daño y si ustedes fueran aquel niño

 que suplica ayuda, que pide caridad,

 no los entiendo, malditos.

 Cada vez que un niño de la calle desaparece,

 no hacen nada, no dicen nada,

 pero si fuera un niño de una buena familia,

todos oran, suplican, incluso donan dinero para salvarlo, ingratos.

Malditos, tantos niños en la calle sufren y lloran,

y ustedes, humanos qué hacen, solo les miran mal,

 incluso los escupen, los humillan por ser pobres,

 esa maldita palabra ni siquiera debería existir,

acaso no les da lástima.

 Si ustedes estuvieran ahí en esa situación,

 tantos niños de la calle que mueren, son secuestrados,

vendidos e incluso usados como esclavos.

No salen ahí a defenderlos,

 no dicen nada en ese momento, no.

Pero si fuera algún rico,

algún famoso, el que es usado, vendido, ahí sí protestan,

 hacen tanto drama por alguien

 que solo les ve como una pequeña hormiga

 que trabaja para mantenerlos.

Ven a un niño drogándose, muriendo y no lo ayudan,

 ven niños que roban y los apedrean

y solo les miran como si fueran basura.

En cambio, ven a un famoso drogándose y qué dicen,

 que su infancia fue difícil.

Ven a los presidentes robar

y no hacen nada.

 Humanos, ya no los entiendo, ya no sé qué desean.

Dañan a aquellos niños que están llenos de sueños,

esperanzas, que desean ser escuchados, pero nadie les presta atención.

2 comentarios:

  1. !enhora buena! En ti hay sensibilidad.
    La felicidad no es un destino, es un camino.
    Recordémoste a las palabras de Jesús: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”

    ResponderEliminar