jueves, 18 de abril de 2024

UNA FLOR EN EL DESIERTO

 

Por: Viviana Romero

Estudiante, 1ro BGU

Un día, mientras caminaba sin rumbo, con la mirada hacia abajo, no sabía hacia dónde me dirigía. Después de un tiempo, alzo mi mirada y me doy en cuenta que estoy en un lugar con clima seco y suelo árido, pero en él habitaba una flor bella, con su corola que estaba compuesta por cinco pétalos acorazonados de color rojizo, no sabía por qué algo tan bonito habitaba en un lugar despoblado y abandonado. Me fui acercando poco a poco hacia la flor, a lado de ella sentía que todos mis males los curaba, así que decidí arrancarla con cuidado y llevármela a casa. Dudaba que durante el camino se iba a marchitar. Llegué a casa, la flor seguía intacta. Al pasar los meses, aquella flor nunca se secó ni se marchitó, era una flor curativa. Nunca pensé que una flor del desierto sería mi complemento perfecto.

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