jueves, 10 de octubre de 2024

MAESTROS AL LÍMITE

Por: Lcda. Suzzett Díaz

Docente, 4to ¨A¨

 

El principal rol del docente: enseñar, inspirar y motivar, o eso dicen; así que nos preguntamos ¿realmente se está cumpliendo en estos tiempos?

La docencia, lejos de ser una labor exclusivamente pedagógica, se ha visto cada vez más empañada por una creciente carga administrativa. Esta situación, más allá de ser un hecho aislado, se ha convertido en una problemática generalizada que afecta a los docentes de cada nivel educativo en todo el mundo. La sobrecarga administrativa no solo resta tiempo valioso a la planificación y ejecución de actividades didácticas, sino que también impacta negativamente en el bienestar emocional de los docentes, generando estrés, desmotivación y enfado profesional.

Es que el docente pasó de ser un generador de experiencias, de ser un guía, a ser un administrativo más, quitando tiempo y valor a lo realmente importante: los niños. Es por ello que existe la necesidad -mejor dicho: el mandato obligatorio- de humanizar la educación. No somos un trabajador cualquiera; educamos para la vida, con más de treinta mundos diferentes en un aula de clase, con más de sesenta padres de familia vigilando cada paso que damos y además con una creciente exigencia de resultados y la presión por alcanzar determinados estándares de calidad educativa.

Pero y ahora ¿qué sería ser un docente de calidad? Implica ser un guía inspirador que despierta la curiosidad y el amor por el aprendizaje en cada estudiante. Un docente de calidad crea un ambiente de aula seguro y acogedor donde todos se sientan valorados y respetados, pero para lograr serlo se necesita ¡¡¡TIEMPO!!!

 

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