Por: José David Puma F.
Estudiante, 5to ¨B¨
En un sábado normal y corriente, fuimos a escalar con
mis primos el cerro El Quingo en Yunguilla. Salimos muy de mañana entre las
siete u ocho con mochilas que contenían agua. Atrás de nosotros había unos
señores con una mochila que contenía una lupa y agua, subimos a la punta del
cerro y estábamos disfrutando de la vista y tomándonos fotos, disfrutando de un
viento fuerte que había en ese momento. Cuando estábamos bajando observamos que
la lupa de una de las personas que subieron con nosotros se les había caído y
como estaba haciendo mucho sol, los rayos pasaron el cristal de la lupa
provocando así que empiece fuego en la maleza, mis primos y yo nos asustamos y
empezamos a bajar muy rápidamente porque las llamas estaban cada vez más
grandes, corríamos con mis primos y nos tropezamos con animalitos que huían del
fuego. Rodamos una buena parte del cerro y el humo ya no nos dejaba ver, así
que nos tomamos entre nosotros y bajamos corriendo hasta el río donde nos
estaban esperando nuestros padres y así salvamos nuestras vidas.
Ese día se quemó todo el cerro y muchos animalitos se
quedaron sin casa y algunos sin vida, los bomberos salvaron a las personas que
subieron con nosotros y tardaron tres días en apagar el fuego.
José David después de esa vivencia hay que tomar conciencia del cuidado de la naturaleza y colaborar para evitar esas catástrofes. Por otro lado felicito tu forma de redactar, como lector me llamó atención desde la primera línea
ResponderEliminarMuy linda vivencia felicidades.
ResponderEliminarEs impactante cómo un accidente tan pequeño, como una lupa olvidada, puede desencadenar un desastre tan grande. Tu experiencia en El Quingo resalta la fragilidad de la naturaleza y la importancia de la prevención en nuestras actividades al aire libre. Es triste pensar en los animales afectados y el daño al ecosistema, pero también es admirable cómo todos lograron escapar a tiempo.
ResponderEliminarSin duda es una experiencia que deja muchas enseñanzas con respecto al cuidado de nuestra naturaleza que es muy frágil, nos damos cuenta según este relato que muchas de las especies tanto animales como vegetales están muy desprotegidas, afortunadamente ustedes niños corrieron con suerte.
ResponderEliminarEsto es una lección para todos nosotros que hay que tener mucho más cuidado cuando se trata de la naturaleza, hay que respetarla y sobretodo no hacerla daño.
Es una experiencia única mi niño, sobre todo aprecias la naturaleza como el mejor regalo q Dios nos ha cedido y aprenderás a tener los cuidados necesarios. Quedan las enseñanzas como la solidaridad, el trabajo en equipo, el amor a la naturaleza. Que Dios te bendiga grandemente mi niño
ResponderEliminarJosé David lo que has compartido en tu escrito de tu vivencia en el bosque y sobre todo lo que sucedió con el incendio de seguro servir para que muchas personas que escalan los bosques tengan precaución que con cosas tan insignificantes para nosotros, en el bosque pueden ser mortales no solo para la naturaleza si no para los seres vivos que habitan esas zonas, te felicito ya que es un mensaje que servirá para el futuro.
ResponderEliminarDentro de esa experiencia le queda el aprendizaje de el amor en la naturaleza,de los cuidados que deben tener es nuestra,el amor a el próximo,y la unión familiar,la solidaridad y el respeto
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