Angélica María Lituma Zhunio
Estudiante, 9no EGB ¨A¨
Era un día nublado y poco agradable
donde se encontraba una señora de avanzada edad sentada en una vereda esperando
su bus mientras tejía. Alzó sus casados ojos y vio que su transporte se
aproximaba, subió esperanzada de encontrar un asiento libre y al no ver ninguno
pidió permiso muy amablemente a un joven para que le cediera su puesto y este
la ignoró todo el camino, dejando en segundo plano las enseñanzas de nuestros
padres y abuelos, poniendo en alto el egocéntrico del ¨soy yo¨ antes que el respeto y consideración hacia la señora. Pero
hubo alguien que todavía rescataba esos principios y valores, así que le cedió
un asiento a la señora, demostrando que en Cuenca todavía existe ética.
Angelica que bonita reflexión, ojalá que muchos jóvenes se concienticen
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