Por:
Karol Peralta
Estudiante,
1ro BGU
Sus
ojos se incrustaron en mis pupilas al igual que espinas, mi centro sintió como
si un bloque de cemento lo machacara, mientras combatía contra el aire, las
paredes se alargaban, el camino se encogía, mis manos comenzaron a temblar,
mientras que aquella bestia se aproximaba sin dudar. Mi sentido de reacción se
apagó en pocos segundos, cuando estaba lo suficiente cerca de mí, pude sentir
como mi alma me dejaba en lo más profundo de un abismo, aquella que consideraba
como mi futura esposa, ahora parecía una psicópata con el único objetivo de que
sea suyo para siempre. De verdad yo me preguntaba, este era su verdadero
sentido de amar. Si el amor puede hacer llegar a ser tan adictivo, cuando traté
de moverme sentí cómo me sujetaban con una lía, mientras mis muñecas sangraban,
mi corazón se perdía ante su divina forma de amar.
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