Por: MSSB
Creo que esto sucedió mientras
dormía, pero como el ¨creer¨ es no
saber, pues… En todo caso, había soñado que era vilmente perseguido, asechado,
perturbado por una jauría de rabiosos, babosos, embusteros e iracundos perros,
de esos canes que tienen complejo de mamporreros. Conjunto de mamíferos que,
pese a las descripciones que los llevan a figurar como indómitos, eran
supremamente sumisos, obedientes, fieles lacayos de su amo, tal como los
describe Orwell en su granja rebelde. Me limitaba a, mientras corría,
observarlos de tanto en tanto; aunque percibía la fetidez de la espuma generada
por sus hocicos, pese a que enseñaban sus afilados colmillos en cada furibundo
ladrido, resultaban inofensivos. En plena carrera hubo de asomarse, así por
cuestiones oníricas, un flacuchento tipo de adarga y lanza en mano, acompañado
de un desdeñado rocín. A lo lejos lo escuché musitar: ¨Ladran, Sancho, señal que cabalgamos¨.
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