Por: Lic. Melissa Marín
Responsable DECE, docente de Filosofía, Psicología y Orientación Vocacional y tutora 3ro BGU
Cuando crecemos nadie
nos enseña el valor de tu mamá cuando extrañas tu casa y nadie te explica que siempre
necesitas el recargo de un abrazo en los días grises.
Querida Mamá:
Cada vez que
escribo es para explicarte con estas pocas palabras, porque jamás puedo
redactar un texto que refleje todo lo que siento. Pero desde hace 5 años que
despierto pensándote y siempre quiero soñar que estoy abrazándote, creo que no
me faltó tiempo para disfrutarte, ¡pero sí para crecer y compartir momentos a
tu lado amándote!
Mi corazón quedó
destrozado, pero anhelo decirte que, hoy, tengo 711 corazones que la
vida me ha regalado, estos corazones me han permitido soñar, han sanado las
cicatrices, he aprendido con ellos que los fracasos y los duelos, no nos hacen
inferiores al mundo. Son personas medicina, llenos de errores y coqueterías,
que marcan en mí recuerdos de batallas ganadas, que tienen ritmo y gracia, que
elaboran canciones para aprender Filosofía, que crean collages para escribir cuentos para la vida y que se inventan casos
para concebir la Psicología.
Ustedes queridos
estudiantes son las personas medicina y deseo que sean seres, que vivan
presentes en mi alma y que cuando los recuerde, mi memoria sonría a carcajadas
y no tenga compasión.
Dime memento bello!
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