Por: Doménica Palomeque
Estudiante, 2do BGU
Cada vez que me
levanto, te pienso,
siento ese amor que
me transmitías,
que me enganchaba a
ti como una noche no estrellada, pero sí genuina.
A pesar de esa
conexión única y entrañable,
soñadora y palpitante,
te fuiste sin mí,
porque decidiste
alejarme de ti.
No sabes cuánto te
esperé
ni cuánto me duele
verte correr;
saber que lo nuestro
era único
y que lo dejaste ir
por esa amistad absurda.
Y saber que el motivo
de tu dilucidar
no era yo, sino él,
me hizo sentir como
ese día
en que lo único que querías
era cuidarme y protegerme.
Indudablemente la
herida ya estaba hecha,
no podías dar paso
atrás,
aunque lo hagas me
valdrá,
porque lo nuestro
seguramente en otra vida siempre funcionará.
No es una carta de
amor,
tampoco de despedida,
es una carta para
recordarte
en esta noche genuina
y tonta por parte mía.
Este poema es un conmovedor viaje emocional que explora el amor perdido y la esperanza. La tristeza y la angustia están bellamente expresadas, evocando una profunda empatía.
ResponderEliminarEste poema captura la intensidad del amor perdido
ResponderEliminary la esperanza que persiste. Es una exprecion conmovedora de emociones y recuerdos que le resuenan en el corazón.
Al final te das cuenta que todo lo expresado de este poema le hecha la culpa a una persona que al final no tiene la culpa.
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