jueves, 11 de enero de 2024

SER PROFESORA MIGRANTE

 


Por: Suzzett Díaz  

Docente, 4to EGB

Ser una profesora migrante es pura vocación, amor y esperanza. Es la oportunidad que tuve de compartir mis conocimientos y experiencias con los demás y de ayudar a construir un futuro mejor para las nuevas generaciones fuera de mis fronteras.

El Ecuador me dio la oportunidad de demostrar lo que como docente soy capaz de hacer, me ha hecho reinventarme y ser resiliente, he podido mostrar mi esencia a mis estudiantes, demostrar con orgullo mis raíces, que ellos puedan conocer con un vivo ejemplo que las fronteras son solo límites que inventaron los hombres; pero todo lo dicho eso ni se acerca a lo que ellos me han enseñado a mí, pues ser maestra me ha hecho comprender que a los niños no les importa de dónde seas, cómo seas, cómo hables o cómo luzcas; por el contrario, los estudiantes valoran tu forma de ser con ellos, te abren las puertas y sus corazones sin prejuicios, estereotipos, ni discriminación, porque los niños no ven lo malo, no juzgan sin conocerte. Además, un plus, les encanta aprender palabras nuevas y diferentes.

En un mundo de fronteras y muros, nosotros los profesores debemos ser los puentes.


1 comentario:

  1. La labor de los maestros trasciende todas la fronteras porque su fuerza está en el corazón

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