Por: Josué Avilés y Ketty Peñaloza
Estudiantes, 3ro BGU
La pregunta que nos planteamos es: ¿Estamos preparados para la vida real? En nuestra opinión no lo estamos, dado que creemos que el actual sistema educativo no nos enseña las bases indispensables para la vida universitaria y menos para la vida profesional. No sabemos cómo hacer un préstamo, cómo administrar nuestro dinero, cómo pagar impuestos e incluso no sabemos cómo hacer un trámite en el Registro Civil. Entonces cabe preguntarse ¿para qué nos prepara el sistema educativo? Creemos, pues, que nos prepara para ser unos simples empleados y no para explotar el potencial tan grande que tenemos en diversas y específicas áreas.
Si al acceso universitario nos referimos, tampoco entendemos que nos tomen un examen de admisión, el cual no está enfocado en nuestras habilidades, sino que tiene su foco en materias básicas que se supone -se supone- deberíamos saber. ¿Por qué no enfocar el examen en lo que somos buenos, aptos, útiles? En las habilidades que tenemos, porque existen personas que son muy capaces en materias científicas y otras personas que son muy buenas en materias humanitarias. No se le puede pedir peras al olmo, ni naranjas al mar.
Otro punto a analizar es el cómo nos formamos como personas. La mayoría de estudiantes nos hemos convertido en personas ̈mecánicas ̈. ¿Dónde queda nuestro pensamiento crítico? ¿Acaso nos enseñan las bases escolares y las bases para afrontar la vida? Desafortunadamente, a la sociedad estudiantil solo le preocupa pasar -sin importar cómo y de preferencia con la máxima nota- de año; el aprendizaje consciente ha quedado de lado. El propósito de la educación es formar la personalidad ideal, sustentada en la vitalidad, la sensibilidad, el esfuerzo, la sabiduría y la inteligencia, siendo así hemos de afirmar categóricamente que no existen resultados palpables.
En la actualidad, somos tan fáciles de ser persuadidos por ideologías vacías, nos dejamos convencer de cosas tan irreales, que no nos llevan a ningún lugar… En fin, sea como sea, ahora a arreglar la mochila para las clases de mañana…
Queridos jóvenes escritores el artículo por ustedes realizado presenta con claridad y sencillez sus pertinentes preocupaciones, propias de quienes ya tienen que afrontar otro escalón en sus vidas. Me agrada la reflexión, que sin lugar a dudas les llevará a tomar las mejores decisiones, superar crisis existenciales, afrontar la melancolía, problemas y preocupaciones; con optimismo y certeza. Tengan la seguridad que la vida es bella!
ResponderEliminar