Evelyn
Karolina Garay Rubio
Estudiante,
10mo EGB
No ha pasado un día en que no sienta
culpa, pensando por qué la vida es tan cruel y maldigo el día en que la idea de
agarrar una cuerda para romper tu hilo de vida cruzó por tu mente. Yo sé que tú
veías la idea de tener otra oportunidad, pero el gran peso cayó sobre ti y te
dio miedo, miedo que no te dejó de devorar, sintiéndote miserable, pensando que
eres la única persona insignificante en este mundo podrido, pensando que el
problema eras tú. Me dejaste cansada y con muchas preguntas…
Ser perseguida por mi propia mente,
queriendo que alguien venga a salvarme... porque eso es lo mejor que puedo
hacer, ya no me gusta y lucharé para dejarla.
Desde aquel día siempre me he
preguntado: ¨ ¿por qué no puedo dejar de pensar en ti? ¨ Ha pasado tanto tiempo…
ya estoy exhausta de repetirme esa pregunta que ya tiene respuesta.
Lo siento por no escucharte el día
que pude ¨salvarte¨, por favor, perdóname porque yo estando viva no puedo
hacerlo, creí que no harías nada y aguantarías, pero supongo que hay personas
más fuertes que otras.
Me da tanta rabia no haberte dicho
algo y que lo último que hicimos, fue dándonos un abrazo; un abrazo en el que
no se sentía tanto aprecio. Para ti ese abrazo fue una despedida y para mí solo
era algo lo que tenía que hacer sin más, pero ahora los doy con tanto aprecio y
cariño para no sentirme tan mal desde nuestra última mirada.
No ha pasado una noche en que pido a
los cielos que me dejen soñar contigo, pero no puedo, tengo muchas ganas, pero
no logro nada, no puedo ver a la persona de cabello largo, cara redonda, ojos
marrones, con una mirada que cuando sonreía era como ver a una princesa
deslumbrar; sin embargo, sé que algún se cumplirá, algún día te soñaré.
Si pudiera, le rogaria Dios de
rodillas que te dé mi vida, para que tus sueños, que contabas con tanta
alegría, se cumplan, porque yo antes de tu deslave no tuve nada que cumplir, ni
soñar. Ahora me esmero a seguir adelante para cumplir metas y sueños, para
poder honrarte y eso para mí es vivir.
Y si pudiera mataría a todos los que
te lastimaron, lo haría con tanto dolor para que sientan todo lo que has pasado
por su culpa, pero no, yo sé que hay basura que tienes que dejar que se pudra
sola y eso está bien.
Ahora más que nada sólo quiero un
sueño en el que tú y yo estemos bailando, cantando y caminando por un bosque
bellamente desolado, donde podamos hacer lo que queramos porque nadie nos va a
regañar y escapar por un momento del mundo asqueroso en el que nos toca
sobrevivir. Sé que algún día pasará eso y seré la persona más feliz de todo el
mundo. No veo la hora de verte de nuevo y de ir a los manzanos a recolectar su
fruta, mientras contamos nuestras historias y reímos al ver como la vida fue
tan cruelmente dura cuando nos ha dado pruebas para superar, pero tan amablemente
buena cuando nos tenía que pagar por esas pruebas ya superadas.
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