jueves, 3 de abril de 2025

UN DOLOR QUE DESGARRA EL ALMA, PERO RENDIRSE NO ES OPCIÓN

Por: Mari Gutiérrez Celi

Vicerrectora y docente 7mo ¨A¨

 

Si de veinte y dos años pierdes a tu mamá de una manera inesperada, muere en tus brazos y lo último que te dice es: ¨Tienes que ser fuerte¨. Luego te toca enfrentar al cáncer, esa sombra oscura que opaca nuestras vidas, y llega a tres seres que amo con todo mi corazón: mi sobrino, mi hermano y mi niña. Sí eso es un dolor que desgarra el alma. Tres seres extraordinarios, tres seres de luz, tres pilares de mi existencia a quienes les tocó encarar una batalla que desangra el corazón, el dolor es inmenso, es un vacío que se extiende como un eco silencioso en cada rincón de mi ser. Verlos luchar contra esta enfermedad, presenciar su sufrimiento, es una tortura que no tiene nombre.

Mi hermano, mi compañero de infancia, mi confidente, se enfrentó a un enemigo invisible que me lo arrebató. Pero su valentía y su entereza quedaron como un ejemplo para mí, aunque no puedo evitar sentirme impotente ante su ausencia. Me decían que el tiempo lo cura todo... ¡Cosa más absurda! La verdad es que el tiempo no cura, el tiempo enseña, enseña a caminar con la ausencia, a respirar con el dolor, a recordar sin ahogarse. No se trata de olvidar, se trata de integrar, de transformar la herida en algo que duela menos, en algo que, aunque arda, permita avanzar; es cuando acude a mi mente la frase que mi padre me dijo a los 13 años: ¨Rendirse no es una opción¨.  

Y ahora mi niña, esa hija que la vida te da, quien se convierte en parte de la tuya y te da el mejor regalo del mundo, ella también lucha contra esa enfermedad que no entiende de edades. Su sonrisa, que siempre iluminó nuestros días, su fuerza, su resiliencia, ahora se van opacando por el sufrimiento. Verla sufrir es como si me arrancaran un pedazo de mi alma. A veces creo que avanzo, que respiro mejor, que puedo reír sin sentir dolor, me levanto con la sensación de que la vida sigue y que, de alguna forma, yo sigo con ella, pero de pronto, de manera inesperada una llamada: ¨Tenemos que internarla, no soporta el dolor¨. Sin más, me desplomo de nuevo; sin embargo, entre lágrimas rememoro, al ver todo a mi alrededor, que rendirme no es una opción.  

En la penumbra de la noche, cuando el mundo duerme, pero yo no, cuando el dolor se hace más grande, entiendo que este dolor es mío, que cada uno vive su dolor con el peso exacto de su amor. Y que este dolor me ha ensañado a valorar cada instante y ver la fragilidad de la vida y la importancia de amar sin reservas.

Porque la vida no se detiene y pese a que me duela, yo tampoco lo haré: ¡Rendirme no es opción! Hay un joven de 15 años que me necesita y yo, pese a todo, estaré siempre con y para él. 

8 comentarios:

  1. Profe es muy lindo y que Dios y su mamita

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  2. Profe siempre le apoyaremos 7mo A somos una familia

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  3. Profe Mary le queremos mucho le mandamos muchas fuerzas y recuerde que en 7mo siempre será querida

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  4. Fuerzas profe gracias por ser una gran profe 💗

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  5. "Querida Mari en este momento de profunda tristeza y desafío, quiero que sepa que no está sola. Dios le ha elegido para llevar esta cruz, pero no le ha abandonado. Al contrario, le ha puesto en el crisol del fuego para que su fe sea purificada y fortalecida.

    Recuerde que la fe no es una emoción, sino una decisión. Es una elección que hacemos cada día para confiar en Dios, incluso cuando no entendemos sus caminos.

    Es comprensible sentirse abrumada por la tristeza y la incertidumbre. Pero no permita que la oscuridad le consuma. En lugar de eso, busque la luz de la esperanza. La esperanza es el ancla que le mantiene firme en la tormenta.

    Dios no nos ha prometido una vida fácil, pero sí nos ha prometido que siempre estaremos con Él. Y en Él, hay esperanza. Esperanza de un amanecer nuevo, de un día mejor, de una vida eterna.

    Así que, aunque ahora todo parezca lúgubre, no pierda la fe. No pierda la esperanza. Dios le está fortaleciendo, le esta renovando, y le está preparando para lo que viene.

    Reciba estas palabras como un abrazo espiritual. Estoy orando por usted, por su niña y por su Joaquin. Que Dios les dé la fortaleza y la paz que necesitan en este momento."

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  6. Agradezco a Dios por ponerla en mi camino, no es fácil, pero se hace más llevable ,cuando están a nuestro lado personas como usted. Muchas gracias Janecita

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