Por: Maite Arias
Estudiante, 9no ¨B¨
Detrás de esa niña que todo el día pasó con el celular, hubo
una niña que quiso jugar y disfrutar. Lamentablemente sí, fui esa niña. Yo
soñaba con mis padres jugando, incluso con juegos que no necesitaran pantalla.
Pero ellos, quizás sin darse cuenta, me enseñaron otra cosa. Me enseñaron que
un dispositivo podía ocupar el lugar de una conversación o de mucho más. No me
lo dijeron con esas palabras, pero sus acciones lo dijeron todo.
Maite es muy cierto lo que narras, pero recuerda que siempre se puede volver
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