Por: Alyson Calle
Estudiante, 8vo ¨B¨
A inicios de cualquier año
lectivo tenemos motivación e inspiración de nuestros padres y cada niño tenemos
un mejor amigo o amiga y van con ellos momentos de nuestra vida; pero hay un límite:
nos separan cambiándonos de paralelos, pero esa amistad es tan infinita que nuestros mejores amigos o amigas nos acompañan
en los peores momentos como si fuéramos hermanos de sangre, teniendo una gran confianza
y compartiendo, ayudándonos, apoyándonos, demostrándonos una gran amistad y
confianza entre nosotros, tanto así que el tiempo no importa, mucho menos de
donde sea o hijo o hija de quien sea, porque en nuestros momentos difíciles nos
apoyan, ayudándonos cuando estamos enfermos o en problemas. Siempre tendremos
esa amistad que nos apoye y nosotros la apreciamos mucho pese a que duele cuando
llega el tiempo de cambiar de escuela o irse del país y no tener contacto con
esa amistad tan bonita de tantos años y que en un momento lloramos por
separarnos de nuestro casi hermano y evitamos tener confianza con otras
amistades, aunque pasando el tiempo nos ganamos otra gran amistad.
Alison me gusta tu crónica y tu capacidad de superar las situaciones complejas y que tienes claro que los amigos nos ayudan a afrontar de la mejor manera y cada evento difícil nos hace más fuertes.
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