Por:
Matías Benjamín Peñafiel Torres
Estudiante,
3ro EGB ¨B¨
Caminando en una noche
fui… de repente… me encontré con un ciervo muy gigante, sin dudarlo lo salude
¿Qué estoy observando? me pregunté ¡Tiene aspecto humano! ¡No puede ser!,
sorprendido, le pregunté: ¿A dónde te diriges querido amigo? le mencioné. Voy
de prisa hacia Belén. ¿Belén? Sin saber de qué se trata lo acompañé. En el
camino su relato me narró, que al despertar una gran fuerza en su corazón le
invadía y sin querer el camino a Belén lo tomó. ¡Qué está pasando! La misma
fuerza que el sentía, mi cuerpo también lo vivía; concluido el camino en una
bella estrella me convertí, era el amor inmenso del niño Dios en nuestros
corazones nacía.
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