Por: Daysi Estefanía Clavijo Jara
Estudiante, segundo BGU
I
En este pupitre escribo
con lágrimas de sangre y sudor hecho llanto,
dejé de pensar solo en mí y comencé a pensar por los dos.
Me dejé engatusar y sufrí,
tus besos se volvieron algo común,
tan común como que tus labios ya no esparcen
esa chispa hacia mí.
Donde saludarte a diario no era más que una simple rutina,
Y, como dicen por ahí, solo una carne seremos, pero…
¿a qué costo?
Será que dejé mi libertad solo por ti,
esto de contraer nupcias no es reconfortante.
II
Se dice que si a la mujer le silban
o le tiran miradas en la calle es una falta de respeto,
pero ¿qué hay del hombre que se siente acosado en un bus?,
¿Acaso debería sentirse bien?
Pero claro, las mujeres
son frágiles que con una silbada ya los denuncian,
pero a los hombres les enseñan a
callarse y a sentirse ¨bien¨.
Una maldita hipocresía feminista.
El segundo verso es una reflexión muy buena para que todos tomemos conciencia , versos muy bien elaborados.
ResponderEliminarEstefanía has expresado en verso tu sentir. Sigue escribiendo que tu vos resuene en tus poemas
ResponderEliminarBien.
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