Por: Ing. Rosa Jeaneth León Misnaza, Mgtr.
Directora administrativa
El decidir hacer cosas nuevas de las ya existentes demanda, de nosotros, una reflexión
sobre lo que podemos mejorar. Para algunos entendidos, esa la clave del éxito personal,
estudiantil o profesional. Lo importante es ponerse en acción, experimentar, cambiar la rutina y
aunque se falle, levantarse y corregir.
Cada nuevo comienzo nos recuerda el amor, la misericordia, el perdón y la gracia de Dios. San
Pablo nos dice que es posible un nuevo comienzo con la ayuda de Dios (2 Corintios 5:17).
Cuando entregamos nuestras vidas a Cristo, lo viejo se va y se forma una nueva creación. Un
nuevo camino está disponible para nosotros. ¨No tenemos que depender de nuestra capacidad
humana¨ (Sofonías 3:17). La confianza y la esperanza se encuentran en Él.
Tendremos fracasos y no siempre tomaremos las mejores decisiones; sin embargo, con Dios
comenzará una nueva vida. Cada vez que fallamos, hay esperanza y consuelo en acudir a Dios y
orar por un nuevo comienzo.
Ha amanecido un nuevo año escolar y quiero llenarme de la esperanza que brinda la Fe. La
emoción que experimentamos, como docentes, de ser capaces de motivar a los estudiantes,
encender su imaginación e inspirar el amor por el aprendizaje, es nuestro propósito.
¡Hago votos para que en estos próximos días haya un nuevo comienzo para todos!
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