jueves, 15 de mayo de 2025

UN POCO DE LITERATURA (I): ENTRE NARRADORES Y PERSPECTIVAS

MSSB


El presente texto tiene por objeto ahondar en los tipos de narrador que aparecen en un escrito, así como de explicar su funcionamiento dentro del relato. Para ello, hemos de decir que cuando nos enfrentamos a un texto narrativo, lo primero que notamos es quien nos cuenta la historia. A esa voz que nos va contando los acontecimientos la llamamos narrador. Tenemos varios tipos de narradores: heterodiegético, homodiegético, omnisciente, testigo, protagonista, objetivo, subjetivo. No debemos confundir, sin embargo, el tipo de narrador con las personas narrativas: primera, segunda y tercera. En las consiguientes líneas profundizamos estas ideas.   

En primer lugar, clasificamos a los tipos de narrador en su forma más general. Claro, nos referimos al narrador heterodiegético y al narrador homodiegético. El primero de ellos es un narrador que no pertenece a la historia, que está fuera de las acciones abarcadas en el relato. Un ejemplo podemos hallar en el libro ¨Don Quijote de La Mancha¨ de Miguel de Cervantes. Por su parte, el narrador homodiegético está dentro de la historia, se involucra de una u otra manera en las acciones, bien puede ser un personaje; por ejemplo en el libro ¨¿Por quién doblan las campanas?¨, escrito por Hemingway, notamos a ese narrador ¨El inglés¨ que está dentro de la historia en sí.

A continuación nos referimos a la siguiente clasificación de narradores: omnisciente, testigo y protagonista. En primera instancia hemos de anotar que existe una fuerte tendencia a relacionar a cada uno de estos tres narradores con las diferentes personas narrativas ya citadas en el primer párrafo. Dicho esto, el narrador omnisciente, adjudicado a la tercera persona, es aquel que todo lo sabe, que todo lo conoce, que todo lo ve, que está en todas partes. Es una de las formas más comunes de narración por la falicidad y ligereza al momento de leer. Por otro lado, tenemos al narrador testigo, relacionado con la segunda persona, que es algo así como una arista desde la cual apreciamos toda la historia de la narración. Su escritura y estilo narrativo es complejo y poco común. Finalmente, tenemos al narrador protagonista, que ¨habla¨ desde la primera persona. Esta forma de narración es la más popular y la más utilizada. Como seguro se puede adivinar, es la voz narrativa que cuenta el relato desde su perspectiva, siendo esta la parte central del mismo.

Siguiendo este orden de ideas, aterrizamos en el narrador objetivo y el narrador subjetivo. El narrador objetivo es aquel que se limita a contar las acciones tal cual son, no se involucran, ni se expresan, ni sienten. En contraparte, el narrador subjetivo se deja llevar por la historia, presenta sus opiniones, manifiesta sus emociones, incluso puede ponerse de lado de un personaje e influir en la estética de recepción del lector.       

Ahora bien, sería descabellado decir que los tipos de narrador son estructuras rígidas, pues la propia naturaleza de la literatura es bastante flexible y experimental. Con lo anterior esclarecido, plasmamos el funcionamiento, de manera general, de cada narrador. Es así que, el narrador heterodiegético en la mayoría de veces es también omnisciente y objetivo. En cambio, el narrador homodiegético suele ser el protagonista o el testigo y cuenta las acciones de manera subjetiva. Lo dicho con antelo únicamente es una aproximación a las generalidades halladas en la mayoría de libros. Este dato no quiere decir que no existan narradores heterodiegéticos subjetivos o narradores homodiegéticos objetivos. En todo caso, no hay mejor manera de descubrir al narrador que adentrándose en la lectura del texto.

Para ir cerrando, consideramos que al momento de analizar un texto narrativo primero debemos precisar nuestro rol como lectores y como críticos. Para ello, creemos oportuno acudir a la teoría del túnel, planteada por Cortázar, pues es necesario establecer un diálogo real con el autor del libro y, evidentemente, también con su narrador. A todas luces, citar la teoría de Cortázar nos lleva a, como lectores y analistas críticos de un texto, pensar y repensar en las escuelas de crítica literaria y optar por un método holístico que involucre el análisis desde todos los ejes. Pues es bien sabido que un texto es un todo, todavía más si lo analizamos desde el enfoque del tipo de narrador, dado que es quien -palabras más, palabras menos- hace la historia.

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