Por: Lcda. Mari Gutiérrez Celi
Vicerrectora
¨La
escuela del futuro enseña a pensar, enseña a saber pensar, enseña a saber hacer
y a saber convivir, que se resume en saber ser¨ Jacques Delors.
El
nuevo currículo por competencias nos trae retos, pero también muchas
posibilidades, como el hecho de aspirar a una educación centrada en el hacer,
que está contextualizada, flexibilizada y que, sobre todo, los estudiantes
comprendan que el proceso educativo va más allá de pasar un examen, que sirve
para el resto de la vida.
Este
nuevo currículo contiene tres
competencias fundacionales que son la base para los aprendizajes de
todas las otras competencias que un estudiante puede desarrollar en el aula. Estas
son:
1.
Comunicativas Lingüísticas: relacionadas
al desarrollo de la expresión oral, expresión verbal, no verbal, escritura,
escritura creativa, comprensión de textos, así como el dominio de las lenguas
extrajeras como el inglés, las catorce lenguas de las nacionalidades
reconocidas en el Ecuador y también la lengua de señas.
2.
Lógico Matemáticas:
involucra, además de todas las destrezas del campo numérico, el desarrollo de
las competencias de lógica que tiene que ver con la resolución de problemas de
la vida cotidiana y del pensamiento lógico procedimental per se.
3.
Competencias Socioemocionales:
permiten reconocer al estudiante sus propias emociones, saber cómo utilizar
estas emociones en los diferentes ambientes y retos que la vida les ponga; así
como entender que el mundo en que vivimos funciona a través de las relaciones
sociales y el manejo de la emocionalidad.
Otras
competencias que están transversalizadas en este nuevo currículo son las Competencias Éticas y para la Integridad
Ciudadana, que están en sintonía con valores ciudadanos y
promueve comportamientos positivos para una sociedad innovadora que se
transforma, pero que también sabe reconocer qué está bien y qué está mal, en
aras de fortalecer lazos de unidad nacional.
Además,
este currículo está conformado por dos agrupaciones de competencias transversales:
1.
Competencias para relacionarse con
los otros, promover el autoconocimiento y el cambio social.
Ciudadanía
mundial y conciencia cultural: reconocimiento del efecto histórico
social, político, cultural de nuestro entorno y también de los impactos que han
tenido eventos regionales e internacionales en la forma en que se ha
constituido el país.
Apreciación
y desarrollo cultural y artístico: el arte
se lo enseña como expresión innata, los estudiantes deben reconocer las
manifestaciones culturales que tienen a su alrededor.
Aprender
a aprender / metacognición: la metacognición suele quedar
relegada como la pregunta final de la clase o de un examen. El aprender a
aprender significa la autoagencia del estudiante, es decir que el estudiante
determine cuales son las mejores formas de aprender, lo que le gusta y lo que
no, de qué forma aprende mejor, reconocer que el error o la falla es parte del
aprendizaje y que no hay que huirle, sino que hay que aprender de él.
Actividad
física, deporte, bienestar y vida cotidiana: engloba
mucho más allá de la Educación Física como tal, tiene relación con aspectos
importantes de aprender a vivir en sociedad y también saber alimentarse
adecuadamente, incluso hablar de salud mental-física.
2. Competencias
para entender el Mundo en que vivimos y transformarlo de forma sostenible.
Emprendimiento
y gestión financiera:
se
relaciona con la transversalización de la educación financiera y emprendimiento
en todo el Currículo Nacional. Antes de este currículo la materia de
Emprendimiento y Gestión se dictaba en los tres últimos años de bachillerato,
lo que se intenta con esta competencia es que el proceso impacte desde los
estudiantes de los primeros niveles, con la intensión de que la cultura del
manejo financiero adecuado esté presente en nuestra población desde tempranas
edades, así de tener consumidores más responsables y letrados emprendedores.
Competencias
digitales: estrechamente
enlazada con la enseñanza de la informática y de la computación. Estas
competencias pretenden desarrollar una ciudadanía digital; es decir, reconocer
que actualmente vivimos en una sociedad totalmente alterada por la tecnología.
Las relaciones sociales, las relaciones familiares e incluso de trabajo han
mutado debido a la influencia de las competencias digitales, de las
aplicaciones, de las plataformas; por ende, es importante que nuestros estudiantes
sepan cómo actuar frente a la coyuntura y también que sepan reconocer los
riesgos de la hiperconectividad.
Competencias
técnicas: están enfocadas en promover el
conocimiento científico, promover la investigación en el aula, el pensamiento científico,
así como resolutivo, que nos brindan, especialmente, las Ciencias Exactas.
Competencias
de desarrollo sostenible y ambiente:
es necesario hacer énfasis en el conocimiento del cambio climático, la erosión
de los suelos, la contaminación ambiental, así de contrarrestar y de ser
posible mitigar hábitos poco amigables con la Tierra.
Es
imprescindible rescatar que este nuevo currículo, además de las Competencias
Fundacionales, Transversales e Integradas, también está apoyado por tres
enfoques que se interrelacionan entre sí: STEAM-H, Neuroeducación e Interdisciplinariedad
e Integración.
El
nuevo Currículo Nacional por competencias aborda una nueva forma de ver la
educación, todos debemos dar el primer paso hacia su implementación para
sembrar la transformación educativa, porque nuestra razón de ser son las niñas,
niños y adolescentes. Así que trabajemos unidos para que ellos cuenten con
mejores oportunidades y una mejor vida
a futuro.
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