jueves, 4 de julio de 2024

EL CURRÍCULO NACIONAL BASADO EN COMPETENCIAS

Por: Lcda. Mari Gutiérrez Celi  

Vicerrectora

¨La escuela del futuro enseña a pensar, enseña a saber pensar, enseña a saber hacer y a saber convivir, que se resume en saber ser¨ Jacques Delors.

 

El nuevo currículo por competencias nos trae retos, pero también muchas posibilidades, como el hecho de aspirar a una educación centrada en el hacer, que está contextualizada, flexibilizada y que, sobre todo, los estudiantes comprendan que el proceso educativo va más allá de pasar un examen, que sirve para el resto de la vida.

Este nuevo currículo contiene tres competencias fundacionales que son la base para los aprendizajes de todas las otras competencias que un estudiante puede desarrollar en el aula. Estas son:

1.      Comunicativas Lingüísticas: relacionadas al desarrollo de la expresión oral, expresión verbal, no verbal, escritura, escritura creativa, comprensión de textos, así como el dominio de las lenguas extrajeras como el inglés, las catorce lenguas de las nacionalidades reconocidas en el Ecuador y también la lengua de señas.

2.      Lógico Matemáticas: involucra, además de todas las destrezas del campo numérico, el desarrollo de las competencias de lógica que tiene que ver con la resolución de problemas de la vida cotidiana y del pensamiento lógico procedimental per se.

3.      Competencias Socioemocionales: permiten reconocer al estudiante sus propias emociones, saber cómo utilizar estas emociones en los diferentes ambientes y retos que la vida les ponga; así como entender que el mundo en que vivimos funciona a través de las relaciones sociales y el manejo de la emocionalidad.

Otras competencias que están transversalizadas en este nuevo currículo son las Competencias Éticas y para la Integridad Ciudadana, que están en sintonía con valores ciudadanos y promueve comportamientos positivos para una sociedad innovadora que se transforma, pero que también sabe reconocer qué está bien y qué está mal, en aras de fortalecer lazos de unidad nacional.

Además, este currículo está conformado por dos agrupaciones de competencias transversales:

1.      Competencias para relacionarse con los otros, promover el autoconocimiento y el cambio social.

Ciudadanía mundial y conciencia cultural: reconocimiento del efecto histórico social, político, cultural de nuestro entorno y también de los impactos que han tenido eventos regionales e internacionales en la forma en que se ha constituido el país.

Apreciación y desarrollo cultural y artístico: el arte se lo enseña como expresión innata, los estudiantes deben reconocer las manifestaciones culturales que tienen a su alrededor.

Aprender a aprender / metacognición: la metacognición suele quedar relegada como la pregunta final de la clase o de un examen. El aprender a aprender significa la autoagencia del estudiante, es decir que el estudiante determine cuales son las mejores formas de aprender, lo que le gusta y lo que no, de qué forma aprende mejor, reconocer que el error o la falla es parte del aprendizaje y que no hay que huirle, sino que hay que aprender de él.

Actividad física, deporte, bienestar y vida cotidiana: engloba mucho más allá de la Educación Física como tal, tiene relación con aspectos importantes de aprender a vivir en sociedad y también saber alimentarse adecuadamente, incluso hablar de salud mental-física.

2.      Competencias para entender el Mundo en que vivimos y transformarlo de forma sostenible.

Emprendimiento y gestión financiera: se relaciona con la transversalización de la educación financiera y emprendimiento en todo el Currículo Nacional. Antes de este currículo la materia de Emprendimiento y Gestión se dictaba en los tres últimos años de bachillerato, lo que se intenta con esta competencia es que el proceso impacte desde los estudiantes de los primeros niveles, con la intensión de que la cultura del manejo financiero adecuado esté presente en nuestra población desde tempranas edades, así de tener consumidores más responsables y letrados emprendedores.

Competencias digitales: estrechamente enlazada con la enseñanza de la informática y de la computación. Estas competencias pretenden desarrollar una ciudadanía digital; es decir, reconocer que actualmente vivimos en una sociedad totalmente alterada por la tecnología. Las relaciones sociales, las relaciones familiares e incluso de trabajo han mutado debido a la influencia de las competencias digitales, de las aplicaciones, de las plataformas; por ende, es importante que nuestros estudiantes sepan cómo actuar frente a la coyuntura y también que sepan reconocer los riesgos de la hiperconectividad.

Competencias técnicas: están enfocadas en promover el conocimiento científico, promover la investigación en el aula, el pensamiento científico, así como resolutivo, que nos brindan, especialmente, las Ciencias Exactas.    

Competencias de desarrollo sostenible y ambiente: es necesario hacer énfasis en el conocimiento del cambio climático, la erosión de los suelos, la contaminación ambiental, así de contrarrestar y de ser posible mitigar hábitos poco amigables con la Tierra.

Es imprescindible rescatar que este nuevo currículo, además de las Competencias Fundacionales, Transversales e Integradas, también está apoyado por tres enfoques que se interrelacionan entre sí: STEAM-H, Neuroeducación e Interdisciplinariedad e Integración.

El nuevo Currículo Nacional por competencias aborda una nueva forma de ver la educación, todos debemos dar el primer paso hacia su implementación para sembrar la transformación educativa, porque nuestra razón de ser son las niñas, niños y adolescentes. Así que trabajemos unidos para que ellos cuenten con mejores oportunidades y una mejor vida a futuro.

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