jueves, 13 de marzo de 2025

EL FINAL DE MIS DÍAS

 

Por: Edward Álvarez

Estudiante, 1ro BGU

 

11 de abril de 2004,

porque el tiempo es corto,

 porque el tiempo pasa tan rápido,

 y pensar que ya son 20 años

 desde que te fuiste.

 20 años de pensar que desde aquel

 fatídico día en nuestra familia

 no hemos vuelto a estar vestidos de negro.

20 años han pasado desde tu partida,

 y en cada reunión,

tus historias nos acompañan

y tu nombre sigue presente,

 aunque ya han pasado varios años.

 A tus hijos todavía les caen lágrimas al recordarte,

 y les regresa el mismo dolor de aquel día.

 Recuerdan tus bromas,

 tus sufrimientos

 tus alegrías,

y tus dolores.

Nosotros, tus nietos,

todavía sufrimos

 con llantos y lágrimas silenciosas

 al recordar aquellas bromas

y aquellas veces que nos ayudaste.

 Pensar que ya son 20 años,

 pensar que la vida se acaba,

 que el tiempo es corto,

los recuerdos se desvanecen,

el tiempo se acaba,

el tiempo juega

en contra nuestro.

Ya son 20 años

de no ver a aquella sombra,

aquel dolor de vestirnos de negro,

 de ver un cuerpo frío,

una piel blanca,

 un dolor inexplicable.

 Aún pensamos en qué sería de la familia

 si estuvieras aquí.

 El tiempo es corto,

el tiempo es un enemigo.

 Pensar que, si estuvieras aquí,

nos ayudarías en aquellas penumbras,

 en aquellos miedos,

en aquellos obstáculos

Yo, por otro lado,

 te extraño.

 Pienso que solo tengo recuerdos

de las historias que me contaron.

Pienso que no pude nacer 5 años antes,

 pensar que no te conocí,

 pensar que aquella maldita enfermedad

te arrebató la vida.

Pero pienso que tu ejemplo

sigue presente,

 pienso que te dieron tan solo meses

de vida y tú les cerraste la boca

y duraste más tiempo.

Pasaron 4 años,

 nos brindaste de tu presencia

hasta aquel fatídico día.

 Un día que pensamos que seríamos felices,

 un Domingo de Ramos,

pensar que el agua bendita,

 los ramos, las velas,

 pensar que cuando salimos de la iglesia,

 llegó aquella llamada,

 una llamada que tan solo de pensar,

 el dolor regresa.

 "Madre, acaba de morir".

 4 palabras llenas de dolor,

 porque te fuiste,

 porque no me pudiste esperar 5 años,

porque no tengo una foto contigo.

Pienso que soy el último nieto,

pienso que soy el único que no te conocí,

porque porque te fuiste.

 Al llegar a la casa,

entrar a tu cuarto,

 ver tu cuerpo frío,

tus ojos cerrados,

 tu dolor desapareció.

Te juntaste con los que nos dejaron en el camino,

te juntaste con tu esposo,

con tus padres.

Nos dejaste 12 hijos vestidos de negro,

muchos nietos vestidos de negro.

Nos dejaste solo tu recuerdo,

tus enseñanzas,

tus pensamientos.

 Nos dejaste un motivo por el cual salir de la oscuridad,

 un motivo para seguir luchando

y no dejarnos vencer,

y siempre desafiar el destino.

Tan solo pensar en los domingos

que acudo a tu tumba,

 el ver a tus hijos que les brota lágrimas,

sentir lágrimas brotar de mis ojos.

 Ahora, aquella enfermedad nos vuelve a atacar,

aquella enfermedad que nos dejó sin tu presencia.

 Ahora, solo nos dan meses de vida,

 ahora no existe escapatoria.

Ahora, solo me queda esperar aquel final triste,

ahora solo me queda esperar

en una cama de hospital.

 Solo me queda esperar,

 y nos volveremos a encontrar.

1 comentario:

  1. Edward te expresas muy fluidamente, recordar a un ser querido es mantener en la memoria su cariño, su legado

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